"Lore Etxean
biziko gara,
hesi guztiak
gainditu ondoren...”
Iruñea/Pamplona es una capital de provincias no muy grande, bastante conservadora y con un callejero repleto de nombres de obispos y militares. Aun así, la escena musical que se ha generado en esta ciudad desde los años 60 resulta sorprendente, especialmente, en lo que respecta al rock más duro. En los años 70, fueron predominantes el sonido folk y la canción protesta gracias a cantautores como Fermín Valencia y grupos como Etorkizuna. Aun así, en junio de 1978, un festival organizado por el ayuntamiento en los jardines de la Taconera reflejó que en Iruñea contaba ya con una cierta cantera rock gracias bandas pioneras como Kafarnaún, Magdalena, Tensión, Tocamás, Nerón, Kaifás, Ligarza, Landrú, Tubos de Plata, Fuletamol, Mugre o Cañamazo. De algunos de esos conjuntos surgirían artistas navarros que darían bastante que hablar posteriormente, como Josetxo Ezponda (Los Bichos) o Enrique Villarreal "El Drogas" (Barricada).
La escena rock euskaldun empezó a despegar en la comarca de Iruñea con la banda Magdalena. El grupo adoptaba su nombre de la misma zona donde tenían su local de ensayo. Editaron un solo álbum "Lanera sartzen" (1981), con hermosos temas como "Rockanrol", "Lasa II" o "Lanera sartzen" que enlazaban el folk progresivo setentero con rock de los años ochenta. Finiquitada la censura franquista, la situación social y política en Navarra se agitó, considerablemente, impulsando espacios nuevos para poder explorar y disfrutar. Algunos grupos navarros como Kontuz Hi ("Gizon bakoitza"), Fiebre ("Josetxo"), Tijuana in Blue ("Dantza zure botilarekin"), Zarrapo ("Oihu") o Matraka ("Lurraren gatza", "Ipuin berri bat", "Jone"), apostaron por componer, también, en euskera.
La memorables Matraka surgieron tras la disolución del grupo Belladona, cuando tres de sus componentes, Josebe Garialde (voz), Puri Alzelai (bajo) y María Cerrato (batería), se aliaron con la guitarrista Janis Ortiz de Zarate. Tras casi tres años de larga espera, Matraka editaron su estupendo primer álbum, "Gure salaketa" (1990), donde intercalaban canciones en castellano y euskera. Su segundo disco, el cuco "Beldurrik ez" (1991), también fue editado por el mismo sello vasco, Oihuka. Un caso similar al de las Matraka lo protagonizó el apreciado vocalista y guitarrista navarro Toño Muro. Antes de animarse a componer letras en euskera, el señor Toño Muro se curtió en bandas como Tocamás, Motos o Fiebre. Gracias a toda esa experiencia previa y acompañado por músicos como Blanka, Zara, Petti, o los hermanos Goñi (Patxi y Marino), el infatigable Toño ha grabado algunos de los mejores discos de pop euskaldun liderando a los muy reivindicables Balerdi Balerdi. Dentro de obras como "Balerdi Balerdi"(1991), "Ez gara galdu" (1994), "Hobe behin gorri, ezen beti hori" (1997), "Hegoko lautadaren ertzetik" (2013) o "Galtzen ikasteko metodoa" (2017), el oyente novel escuchará perlas como "Iraila", "Beti gazte", "Lore etxea", "Toki Lekun" o esa lograda adaptación del grupo norteamericano The Smithereens llamada "Behin eta berriz".
Otro artista vasco que aprendió euskera después de montar su primera banda de rock fue el célebre Fermin Muguruza. Por razones sentimentales, este músico gipuzkoano pasaría muchas horas pateándose las calles de la vieja Iruñea en los agitados años 80. Allí mismo, Fermin fue testigo directo de las variopintas acciones que calentaron las calles del chino pamplonés, desde accidentados conciertos de punk rock en la zona de Calderería, hasta los primeros intentos ocupación de gaztetxes o las numerosas marchas en contra el polígono de tiro de Bardenas y del pantano de Itoiz. Por aquella época el eco del punk se filtraba por todo. Cuando los botes de humo y las pelotas de goma rebotaban por el suelo, cuando no había forma segura de salir de los bares y garitos, entonces, se improvisaban sesiones de video con actuaciones caseras de grupos como Barricada, Ultimátum o Tijuana In Blue. Como afirmaba el crítico musical Oscar Beorlegui en su libro "La insumisión en Navarra", la parte más contestataria de la escena musical pamplonica reflejó en sus letras toda aquella tensión social. Un detalle, en agosto de 1993, unos 225 jovenes navarros habían sido juzgados por insumision. De ellos, cuarenta y tres abarrotaban la vetusta carcel de Pamplona.
Todo lo que ocurría en las calles de Iruñea/Pamplona se retransmitía en vivo y en directo a traves de las ondas de radios libres y emisoras piratas que emitían sin censuras y a todo color, como la añorada Zarata Irratia o la veterana Eguzki Irratia. Muchas veces, se narraron hechos muy trágicos, como la brutal escena que tuvo lugar la noche del 14 al 15 de diciembre de 1991 en la plaza del Rincón de la Aduana de la capital navarra. Según varios testigos, tras una marcha en contra la dispersión de presos navarros, un policía antidisturbios se aproximó hasta un joven pamplonés y, sin aviso previo, le disparó a bocajarro un bote de humo en plena la cara. El joven herido permaneció casi un mes en coma, con la parte derecha del cráneo hundida, con quemaduras en la mitad de su rostro y paraplejia en la mitad izquierda del cuerpo. Milagrosamente, aquel chaval sobrevivió al disparo.
Gracias al impulso de grupos como Balerdi Balerdi, Matraka o Zarrapo, a partir de los años 90, la escena rock euskaldun de Iruñerria se multiplicaría en cantidad y en calidad, dando paso a bandas tan diversas como Ahuntzape, Patagonia, Bittor Aiape, Begira, Seihots, ZTK Rap, Hibakusha, Skalariak, Na Tua Man, Biziaren Penan, Garraxika, Dank, NX, Ados, Banda Batxoki, El Trono de Judas, Keltiar Aldea, Eztanda, Kuto, Kematxen, Saskarrak, El Sonido de la Metralla, Estralurtarrak, Hiuzz, Tatxers, Basque Gelato, Chill Mafia, Herabe, Behin Betiko, Zaratamakers, Asto Pituak ("Buru hilketa"), Garrasika, Las Foralettes, Kasu!, Suntsiketa, Txarralde, Ambulance, Ufestuek, Biluzik, Oskar Estanga, Skatu, Nahizer Bizkor, Skabidean, Candidato Manchu, Nahiak Nahi, Herdoil, Alerta Gorria, Beroki, Xabi Bandini, Anticontinente, Xoriñoak Kaiolan, Edozein Bi, Larra Bideak, Eragaitz, Akatu, Raperos de Emaus, Arriskua!, Sorkari, Mrs. Jayden, Marianitoz Blai, Hiruki Gaztea, Beietz, The Icer Company... Algunas otras bandas de rock navarras también se animarían a hacer sus pinitos cantando en euskera, como los míticos Barricada ("Graziana Barrenetxekoa", "Bihar ere berdin izanen da"), Koma ("Marea gora"), Khamul ("Hemen gaude"), Iseo ("Txoriak Txori", "Baldorba", "Eskuak"), Marea ("Eutsi goiari"), Ciclonautas ("Pozoia"), The Guilty Brigade ("Desbideratuen deskontrola", "Egunsenti odoltsuenean"), Mosh ("Eraztuna"), Traba ("Gauaren lagun", "Argi izpia"), Mrs. Jayden ("Zu"), Txarrena ("Lasai, lasai", "Gatilua sakatu"), Memo ("Haurtxo polita"), Las Chinchetas ("Ituringo arotza") o Kojon Prieto y Los Huajolotes ("Huajolote oinez", "Napartheid").
En 1985 varios componenes de la emisora Eguzki Irratia idearon Katakrak, un movimiento popular para impulsar y lograr la concesión de locales autogestionados donde poder ensayar, pintar, hacer fanzines ("Txop-txop", "N.F.N.B." y "NO!"), ver cine y disfrutar de teatro y ocio alternativo. Aunque intención inicial fue organizar un concierto del grupo Porkeria-T en los antiguos cines Arrieta, decidieron hablar, primeramente, con el alcalde de turno y los burocratas del ayuntamiento antes de pensar okupar algún espacio vacio. Ante las continuas evasivas de la alcaldía, el 30 de marzo 1985, cientos de jóvenes pamploneses abrieron sin permiso un local municipal en deshuso en la calle Zapatería, en medio del Casco Viejo de la ciudad. Por desgracia, fueron desalojados a las pocas horas por la policía. Increíblemente, aún se conservan algunos videos caseros con imágenes a color de aquella agitada época ( https://www.youtube.com/watch?v=843zzvQbhOU o https://www.youtube.com/watch?v=cYl3Uk-LWDs ). Los irrepetibles Tijuana In Blue y otros grupos del momento propusieron su BSO (banda sonora original) desde las populares radios libres de Nafarroa. "Allá por el fondo, en una esquina del dial, se oye una voz, se abre otro mundo... ¡Humo en sus ondas, humo en la calle, los blues de Hill Street siguen cuidando de ti!"
A pesar de todo, el apoyo a las reivindicaciones sociales de Katakrak fue creciendo con inusitada fuerza, editándose un cuco recopilatorio afín a la causa, "Iruñea for Katakrak" (1985). Participación en ese disco grupos de rock navarros como Porkeria-T ("Qué importa"), Tijuana in Blue ("Bebe y olvídalo"), Fiebre ("No se"), Belladona ("Una noche de amor"), Malos Tratos ("¿Que esperas de mi?"), Ultimátum ("Patrias miserables"), Barricada ("Solamente una vez") o el colectivo Todos Unidos ("Himno de Katakrak"). Algo más tarde, el día 19 de mayo de 1991, se produjo otra recordada okupación en el desaparecido edificio Lore Etxea (en euskera, "La Casa de las Flores"). Hasta el día del desalojo de Lore Etxea, el 25 de agosto de 1992, aquel pequeño espacio autogestionado dio lugar a múltiples iniciativas de ocio alternativo, desde golosas meriendas y costilladas populares hasta las primeras actuaciones de conjuntos míticos, como Kojon Prieto & Los Huajolotes. En su día, esta alegre banda de sonido naparmex grabaría tres canciones con letras en lengua vasca, "Napartheid", "¡Éntrele al euskera, buey!" y el pequeño himno "Huajolote Oinez", compuesto en apoyo a la fiesta del Nafarroa Oinez, celebrado en 1995 en Tudela (Navarra). El vocalista del grupo Kojon Prieto & Los Huajolotes, el recordado Marco "Gavilán", se animó a aprender euskera en sus últimos años de vida. Sus curiosas versiones en euskera de temas de Tijuana In Blue aún perviven en la red.. Goian bego!!
El colectivo Iruñeko Gazte Asanblada (IGA) surgio en 1993 con la idea de aglutinar a un sector juvenil importante y denunciar al mismo tiempo la, practicamente, inexistente politica institucional en materia de juventud en la capital de Nafarroa. Uno de los primeros objetivos de IGA fue el de la consecucion de un local para realizar actividades de forma autogestionada y digna. Sin embargo, IGA no fue el primer colectivo que luchó por dotar de un gaztetxe a la comarca de Pamplona. Ya en 1985, los miembros de Katakrak, que fueron desalojado dos veces de unos locales municipales okupados en la calle Zapateria, nº40. Despues hubo varias intentonas más, como la del Burdintoki o la de unos locales junto a la carretera de Tajonar. En 1990 nacería la Asamblea Pro/Pre-okupacion, un colectivo que reinvindicaba también el derecho a la vivienda mediante okupaciones y acciones directas. Hubo varios desalojos más en esa época, como la de la Plaza del Castillo o la de la Catedral, que desembocarían en la okupacion final del mítico Lore Etxea en la zona de Aranzadi. Esta experiencia okupa duraría 16 largos meses, hasta el 25 de agosto de 1992, cuando su enorme actividad social y reivindicativa se truncó por el insuperable avance de unas excavadoras dirigidas por el alcalde de turno.
Fue a principios de 1993, tras una mani festiva en la plaza del Castillo (que apunto estuvo de ser abortada por la policia nacional y municipal) cuando surgió la IGA. Arrancó una recogida de adhesiones a la "iniciativa pro-gaztetxe", que supería la cifra de 180 adhesiones entre los difrentes grupos culturales, organismos populares de la ciudad. Esto daría una idea de que la exigencia de locales autogestionados fue una reivindicacion, ampliamente, sentida en todo Iruñerria. Ademas de incidir en las problematicas juveniles, la IGA participaría en diferentes actividades, como la instalacion de una txozna en los Sanfermines de 1993, en la celebracion del carnaval de 1994 o la fiesta alternativa de San Saturnino (donde se okupó por primera vez y de forma simbolica el fronton Euskal Jai). Ya a comienzos de 1994, se realizó otra okupacion simbolica de la siempre infrautilizada Casa de la Juventud. Esto sirvió para denunciar las limitaciones de su horario y sus actividades, ademas de otros centros municipales, como Juslarrotxa, Navarreria o Iturrama, todos gestionados por empresas privadas que no respondían a las necesidades reales de la juventud del momento.
Con aquellas acciones entre 1993 y 1994, para la IGA quedó muy patente cual era la única alternativa, es decir, la creacion de un centro autogestionado por la misma juventud de Iruñea, un "gaztetxe". Así, en la primavera de 1994, se inicio una campaña pro-gaztetxe con un ciclo de charlas debate y mesas redondas por los barrios, institutos y en la misma universidad. Tambien se celebró una fiesta en la Plaza del Castillo, que al igual que la anterior se intentaría abortar por una neuva actuacion violenta por parte de la policia. La campaña finalizó con la manifestacion el 7 de mayo de 1994 en la que participaron unas mil personas y que concluyó con la okupacion del añorado Euskal Jai gaztetxea. El antiguo frontón del Euskal Jai fue limpiado y abierto de nuevo a los vecinos del barrio. Aquel viejo frontón estuvo abandonado durante casi 20 años en mitad del casco urbano de Iruñea/Pamplona y, rebautizado como gaztetxe Euskal Jai, se fue rehabilitando poco a poco, de arriba a abajo, gracias al trabajo voluntario de decenas y decenas de concienciados ciudadanos pamploneses.
Hasta su violento y salvaje desalojo policial perpetrado el 16 de agosto de 2004, y su posterior derribo, el cuco gaztetxe Euskal Jai acogería en su seno multitud de sueños y nuevas amistades, cientos de talleres, conciertos, charlas y cursos de toda condición. Hasta aquel oscuro amanecer del mes de agosto de 2004, entre reformadas paredes del Euskal Jai pudieron verse infinidad de shows de artistas y grupos musicales con sonidos y propuestas de lo más dispar. Tan solo en su primer año de vida, cuentan que el gaztetxe Euskal Jai acogió las actuaciones de combos como Buitraker, Pottoka Band, Anestesia, Potato, Etsaiak, Los Mierdosos, A.Y.P., Malako, A.O.Wollock, Epidemia, Karkaxa, Txainas, Inozive, Konfusión, Orgón, Mala Fama, Makia Subversiva, Flitter, Fool de Txirris, Hemorragia, Child Abuse, Contrasto, El Corazón del Sapo, Malarians, Mistic Youtz, Family Fola, Xabaltx, Koiuntura... ¡En dos palabras, im+presionante!
Tras el poco licito derribo del muy añorado gaztetxe Euskal Jai ( https://www.youtube.com/watch?v=IU5bYUqeSfA&spfreload=5 ), el centro de Pamplona/Iruñea carecería durante muchos años de un espacio lo suficientemente amplio para expandir en directo el poder del punk y rock más alternativo. Así, tras una década larga de sequía sociocultural, la apertura del Kafe Zentral en diciembre de 2014, palió parte el enorme tedio generado en la comarca. Un tedio aliviado gracias a la impagable labor de pequeños pero muy aguerridos bares y clubs pamplonicas, como el Terminal, el Zulo, el Subsuelo, el Infernu, el Nebula... Tampoco podemos olvidarnos del enorme esfuerzo generado por algunas asociaciones locales, como Akelarre Kultur Elkartea, un colectivo nacido en mitad del populoso barrio de la Txantrea. Desde aquel primer concierto del grupo Gualitxo en 2005, la sala del Akelarre es una parada obligatoria para muchísimas bandas de rock de la zona de Euskal Herria y, también, de parte del estado español o francés. Además, para muchos txantreanos el local del colectivo Akelarre Kultur Elkartea es un sitio cercano donde poder organizar múltiples actividades recreativas y vecinales a lo largo del año. Sin duda, el objetivo del colectivo es la difusión libre de la cultura, algo cada día más perseguido en Nafarroa, como demuestraría el cobarde desahucio del gaztetxe Maravillas en enero de 2019. Como detalle, el conocido rockero Enrique Villarreal "El Drogas" celebraría su 50 cumpleaños tocando para los amigos del Akelarre... ¡Y lo disfrutaron a tope!
Sin duda, la irrupción de nuevos sellos discográficos ayudaría a impulsar la escena musical en la zona de Iruñerria. Dentro de veterano sello GOR, fundado por el inquieto Marino Goñi, exbajista de bandas como Motos, Fiebre o los ya clasicos Balerdi Balerdi, encontrarían refugio propuestas tan curiosas y audaces, como las ideadas por Marea, Skalariak, Tijuana in Blue, Yogurina Borova, Altxatu, Lendakaris Muertos o un combo novato llamado Berri Txarrak. El sello navarro GOR ha editado también decenas de discos de bandas euskaldunes a reivindicar con ganas, como Leihotikan, Buitraker, Kerobia, los polémicos Hemendik At! o Ados, aquel curioso dúo tecnopop afin a estos. La saga musical de los Goñi se extiende gracias la labor creativa del hermano pequeño de Marino, el reconocido productor Patxi Goñi, o a misma Jule, hija de Marino y exvocalista de [Gaur Ez], un grupo de rock pamplones que cuenta ya con dos soberbios discos en el mercado, el homónimo "Gaur ez" (2012) y el sobrio "Gaur ez II" (2017). A los miembros del grupo [Gaur Ez] les gustar combinar ambientes sonoros muy diversos, generando un post hardcore con profundas letras en euskera. En sus conciertos, esta banda navarra solía versionear, bajo ritmos de dance rock, un conocido himno del grupo vasco Zea Mays, "Kukutza". En esta canción se homenajea al añorado gaztetxe del barrio de Rekalde (Bilbao), desalojado y demolido manu militari en 2011, a sangre y porras, por las autoridades de turno y varias tanquetas de la Ertzaintza.
Los irredentos componentes del conjunto Leihotikan, es decir, Gorka, Patxi, Aitor y Titi, llevan ya más de dos décadas haciendo casi lo mismo, pero, lo hacen tan bien, que los cuatro han logrado un hueco en el corazón de varias generaciones de fanáticos al punk rock más melódico. Donde el oyente novel sí notará una notable evolución es en el diseño gráfico de los discos de Leihotikan. Algo comprensible teniendo en cuenta que su primer álbum, el potente "Hemen ez da ezer aldatzen" (1998), lucía una de las portadas más horrorosas jamás ideadas por la mente humana. Bromas aparte, la muy recomendable discografía de Leihotikan brilla bajo las influencias del punk californiano y el eco de varios grupos seminales vascos, como los donostiarras Ezin Izan ("No oiras"). La obra musical del grupo Leihotikan abarca trabajos tan fenomenales como "Lur" (2000), "Munduaren lehioa" (2003), "Ilunago, ederrago" (2006), el oscuro y soberbio "Harold" (2012) o "Non zaude?" (2018), un disco doble dividido en dos partes (“Egoen lehian” y “Bizientzat, zein hilentzat”). Paralelamente, el carísmatico vocalista de Leihotikan, Gorka Armendariz, ha colaborado con algunos conjuntos locales. Por ejemplo, metiendo coros en "Harro dabil", un tema incluido en debut del grupo navarro Arriskua!, "Mentiras" (1999), junto a la vocalista Cristina Bol, hoy en día, integrante de los célebres El Columpio Asesino. Como una curiosidad reseñable, Arriskua! cerraban su primer y único disco versioneando "Azkeneko anarkista", hit del grupo gipuzkoano BAP!!
Con el tiempo, la necesidad de disponer de locales autogestionados se fue extendiendo también hacia otros barrios de Iruñea/Pamplona y su comarca. Un ejemplo, el día 20 de mayo del 1995, un grupo de vecinos del barrio de San Jorge/Sanduzelai se animaron a okupar la vieja fabrica de Tabacalera, rebautizándola como El Txoko de Sanduzelai. Varias bandas de rock surgidas en este barrio obrero pamplonica, como los célebres El Trono de Judas o los muy reivindicables Punto Critico ("Beste bideak"), encontrarían en los locales de El Txoko un lugar digno donde poder ensayar y tocar en directo de vez en cuando, al lado de variadas bandas visitantes, como Su Ta Gar, EH Sukarra, Solbenzia Zero o el dúo folk Alaitz eta Maider ( https://www.youtube.com/watch?v=lRtRh-fdZp8 ). Por desgracia, tras casi cuatro años de intensa actividad social y vecinal, un extraño incendio destruiría todo el edificio. Este hecho tan siniestro ocurrió una oscura madrugada de abril de 1999. Se hablo mucho de un posible sabotaje, pero, a pesar de que El Txoko de Sanduzelai no contaba con corriente eléctrica dentro del inmueble (la luz se conseguía mediante un generador), la versión oficial certificó como causa final a un cortocircuito "fortuito". La existencia de tres focos distintos de inicio sembró una duda muy razonable sobre el incendio entre los más jóvenes de San Jorge/Sanduzelai. Y como era norma habitual en la época, todas las acciones de protesta de los vecinos y colectivos del barrio acabaron repelidas a porrazos por parte de la policía nacional.
En el misterioso incendio de El Txoko de Sanduzelai, los chavales de El Trono De Judas perdió su equipamiento musical, sus bafles y todos sus instrumentos. Para echarles una mano, la distribuidora pamplonesa Eguzki Banaketak impulsó la venta de unos bonos solidarios que, en muy poco tiempo, tres meses, lograron cumplir su objetivo. Y con el paso del tiempo, El Trono De Judas se transformaría en uno de los grupos navarros más potentes y fieros del panorama punk rock estatal. Su obra sonora lo demuestra con creces, "Los que reparten la paz" (1998), "Tenemos que ser optimistas" (2001), "El sonido de la metralla" (2003), "Gure kabuz ala hil" (2007), "Zuzen AHTren aurka" (2009), "Espejos por ventanas" (2011) o "Barrutik" (2013). Dentro de estos discos, el oyente novel, podra saborear zarpazos como "Txoko bizirik!", "Biolentzia", "Musikarekin askatasuna", "Gure kabuz ala hil" o "Cabezas torcidas". A finales del año 2013 esta banda pamplonesa decidió acabar con su andadura actuando por última vez en el gaztetxe de Etxarri Aranatz y en el festival solidario Hatortxu Rock.
Por fortuna, de las cenizas calientes del grupo El Trono de Judas, surgiría otra banda de punk aún más aguerrida si cabe que la anterior, El Sonido De La Metralla. Y sin pelicos en la lengua, ellos también componen algunas canciones en euskera, como "Punkrocka". Curiosamente, el 24 de noviembre de 2018, estas dos bandas navarras se reunirían bajo un mismo nombre, El Sonido de Judas, para festejar la 15ª edición de la Sorgin Gaua en la localidad de Zizur Mayor (Navarra). Tras quince años de punk y rock combativo, este mítico festival punk rock navarro se despediría a lo grande, sin duda, gracias a la labor infatigable de la distribuidora local Sorginkale Banaketak. En la última edición se juntarían de nuevo grupos como Zartako, El Konde Rata, Arkada, Txarralde, Demokrazia Zero o los ya mencionados El Trono de Judas. Sin duda, la asistencia a esos quince mágicos festivales dejarían momentos inolvidables en la mente y en el estomago de decenas, centenares, miles de jóvenes jaraneros y punkarras ( https://sorginkale.wordpress.com ).
En cambio, el grupo Hemendik At! no lo tuvo demasiado fácil en su momento. Tras el tremendo impacto logrado por su primer single, el imparable hit "Goazen", los tres álbumes de esta banda pamplonesa, "Hemendik At!" (1997), "Orain" (1999), "Etorkizuna" (2001), recibirían, quizás, demasiadas críticas debido a su indisimulado deseo de desarrollar un euskodance alegre y desprejuiciado. Por aquel entonces, el sector de la electrónica más purista apostaba por ritmos de techno mucho más serios e intelectualizados y, desde la parroquia más rockera y borroka de Nafarroa, se recelaba aun de cualquier proyecto musical que usara sintetizadores en sus filas, tal vez, influidos por la fiebre de los mass media por sobredimensionar la Ruta del Bakalao levantina y su sonido makina. Sin llegar a ser perfectos, la verdad es que los tres discos de Hemendik At! ofrecen un buen puñado de canciones pop dance bastante pegadizas, por ejemplo, "Izar uxoa", "Orain" o "Eskutitza" son una verdadera delicia. Cuando Hemendik At! se orientaban hacia su lado más popero, el señor Iker Sádaba demostraba un enorme talento para atrapar melodías con gancho. Quizas, no era el momento adecuado.
Como sus paisanos Estralurtarrak, los componentes de Hemendik At! fueron unos extraterrestres en su propia tierra, pero, también, unos pioneros audacez. Según el productor Marino Goni, alguien hizo llegar a su sello GOR una maqueta bastante diferente a las demas. "Se trataba de un nuevo combo navarro llamado Gaupasa. Los autores no pasaban de los 17 añitos, pero, habían grabado toda su demo con teclado casero (bases) y un magnetofón doméstico (voces) en el salón de la casa de Iker Sádaba en Iturrama. Gaupasa apostaban por hacer eurodance en euskera, algo que nadie había hecho hasta ese momento en Euskadi. Cuando escuché sus temas, me di cuenta de que tenían potencial. Pero, a la vez, fui consciente que no sería muy del gustó de la afición más rockera. En un primer momento, me acobardé y guardé la maqueta en un cajón durante casi un año. Pero, gracias a la primera edición del veraniego recopilatorio “Aurtengo Gorakada I” (1997), se me ocurrió colar una versión de “Goazen”, sin duda, la canción más pegadiza de la demo de Gaupasa entre los singles de bandas noveles como Koma, Skalariak, Berri Txarrak o los bizkainos Ken 7".
"Creo que mi mayor contribución a Gaupasa fue convencerles de que cambiaran el nombre. Ellos mismo eligieron Hemendik At!". Marino Goni declaró que el impacto del hit "Goazen" en aquel agitado verano de 1997 propició uno de los primeros cambios dentro de la formación de la banda, ya que Arantxa legaría su puesto a las animadas Stela y Edurne, es decir, el dúo Ados. "Hemendik At! grupo despegó entre una oleada de fervores, apoyos, boicots y críticas, algunas de ellas muy malintencionadas y que aunque no he olvidado no mencionaré. Los tiempos no han dado ni quitado la razón al gruponavarro. En mi opinión, hoy no hay ninguna necesidad, pero, 25 años después de editar aquel primer recopilatorio de GOR, me aparece ahora que deja las cosas en su sitio respecto a la idoneidad de la propuesta, e incluso ofrece la oportunidad de reconocer, para el que quiera hacerlo, que aquel sonido eurodance también es "gure musika" (nuestra música). En 2019, el sello GOR editaría "Iragana" (2019), un best of del grupo Hemendik At! con una portada propia de aquellos locos años 90 y algunas rarezas, como el tema "Euskararen aldapa", arrebato popero ideado entre Iker Sádaba y Gorka Urbizu (Berri Txarrak) bajo el bizarro nombre de Copy Paste Project.
Llegados a este punto el oyente novel se podría preguntar, ¿qué hubiera ocurrido en Euskal Herria si el salvaje pogo punkarra de los años 80 hubiera transmutado, posteriormente, en una euskal rave sin cortapisas ridículas? Aún hoy, salvo algunos casos excepcionales, como los tres recopilatorios firmados por el colectivo Basque Electronic Diasphora, los trabajos del grupo bilbaíno Revolta Permanent o el inesperado tercer álbum de la artista gipuzkoana Labrit, "Z8ortzi"(2016), la escasez de propuestas de música electrónica dentro de la escena pop euskaldun es muy llamativa. A mitad de aquellos agitados años 90, en medio de la mayor rebelión juvenil surgida en Europa, con cientos de jóvenes insumisos colapsando las prisiones, con los cajeros bancarios ardiendo cada madrugada y con la videovigilancia apenas presente en todas las calles y esquinas de Euskal Herria, quizás, tal vez, a lo mejor, la música de baile hubiera podido macerado y ampliado una revolución popular aún más social y reactiva. Una buena parte de esos momentos de lucha y resistencia social están recopilados dentro de un libro acojonante, "Memorias de Lacalle" (2017), ilustrado por el fotógrafo Joxe Lacalle y editado por el incorruptible sello navarro Txalaparta.
Finalmente, aquella enorme rebelión noventera, tan borroka y juvenil, acabo siendo desactivada por completo en Euskadi. Fue desmovilizada desde fuera y desde dentro, por múltiples motivos que no vamos a empezar a describir aquí por falta de espacio y tiempo, ni ganas. Pero, como detalle, anotar que en aquellos mismos años el gobierno del Reino Unido comenzó a dictar leyes especiales en contra de las fiestas y las raves organizadas por la chavalería británica al aire libre en el campo y en recintos recuperados u okupas. Eran leyes contrarias al acid house y a buena parte de la música dance más alternativa y resuelta. Bailar, sudar y moverse empezó a ser algo amenazante para Poder y, con la típica excusa de mantener la moralidad y el orden, el Sistema fue allanando el camino para el auge del célebre Brit-Pop, cuyos himnos de pop rock insulsos generarían muchísimo dinero, pero también recuerdos bochornosos al día de hoy... Como bien sentenció la escritora Emma Goldman, "si no puedo bailar, tu revolución no me interesa".
Tras alimentar un incesante boca a boca en la zona de Iruñerria con sus maquetas, el grupo Buitraker debutaría con un primer álbum muy potente, "Lurrun makina" (1998). Aunque partían de sonidos punk y de la cantera metálica euskaldun, los miembros de esta banda navarra, Aitor (voz y guitarra), Iñigo (teclados), Fer (guitarra y programaciones), Ibon (batería) y Patxi (bajo) se animaron a integrar en sus canciones samplers y novedosos ritmos electrónicos, aproximándose hacia un sonido industrial bastante molón, reivindicativo y muy peculiar en la escena rock euskaldun. En su siguiente disco, "Homologao" (2000), las máquinas ya eran otro instrumento más dentro de las creaciones de Buitraker. Su decidida apuesta por la música electrónica se confirmó por complemento en este segundo trabajo que contaba con diez soberbias canciones en euskera y varias remezclas de temas anteriores, como "Lilurapen ardatza", "Ni neuk erabakitzen" o "Telesail". En esas nuevas versiones la instrumentación tradicional del grupo pasaba a un segundo plano, exponiendo, claramente, la evolución musical experimentada con el paso del tiempo. Tras una década intensa y gloriosa, llena festivales y conciertos alternativos, el disco "Urrezko kabiak" (2005) supondría el brillante punto final al legado de Buitraker.
Curiosamente, la banda más representativa del sello pamplonés GOR, los célebres Berri Txarrak, llegaría desde Lekunberri, una pequeña localidad del noroeste de Navarra. La exitosa carrera del grupo Berri Txarrak (en euskera, Malas Noticias) arrancaría con "Berri Txarrak" (1997), un disco homónimo con una portada horrible y continuador de la estela furiosa y heavy de bandas vascas pioneras, como Su Ta Gar o Urtz. Anteriormente, Gorka Urbizu (voz y guitarra) y Aitor Goikoetxea (bateria) se habían curtido en las filas de un combo pop rock local llamado Nahi Ta Nahiez. Gorka y Aitor participaron en dos primeras grabaciones de esta animada banda navarra, "Plazaolaren martxa!" (1995) y "Basurdearen orrua"(1996). Eran casi unos críos cuando Nahi Ta Nahiez se formó, apenas tenían catorce añitos. "No teníamos experiencia, más allá de unas ganas terribles por empezar a ensayar. Veníamos con una formación académica de solfeo y escolanía, que, dicho sea de paso, nos servió un montón. Nahi Ta Nahiez fue algo bastante bizarro, para empezar por la gran diferencia de edad entre los miembros del grupo, pero fue cuando compuse mis primeras canciones. Tocamos una barbaridad por Euskal Herria, ya por entonces veíamos muy claro que preferíamos pasar los fines de semana actuando donde fuese, que hacer lo que hacía la gente de mi edad".
En los dos siguientes trabajos de Berri Txarrak, "Ikasten" (1999) y "Eskuak/Ukabilak" (2001), el oyente novel podrá apreciar una notable evolución en el sonido y en la creatividad de la banda de Lekunberri. Quizás, persiguiendo un eco más personal, en sintonía con el auge del fenómeno DUT dentro de la escena musical del País Vasco, los primerizos Berri Txarrak romperían todos sus limites comerciales y tambiém territoriales con dos obras tan notables como "Libre ©" (2003) y el referencial "Jaio.Musika.Hil" (2005). Para grabar su sexto álbum de estudio, "Payola" (2007), Gorka Urbizu y compoñía viajaron hasta Chicago (USA), para poder trabajar al lado del respetado productor norteamericano Steve Albini. Tras la marcha de añorado Aitor Goikoetxea, Berri Txarrak incorporaría al antiguo batería del grupo gipuzkoano DUT, el gran Galder Izagirre. Junto a él, la banda navarra editaría primero el disco "Haria" (2011) y, luego, un alucinante triple álbum en conmemoración de sus primeros veinte años de carrera, "Denbora da poligrafo bakarra" (2014) y "Infrasoinuak" (2017). Paralelamente, el eternamente inquieto Gorka Urbizu ha colaborado en otros proyectos y ha formado parte de un par de bandas pop euskaldunes muy interesantes, como Katamalo o los reivindicados Peiremans+.
El conjunto punk navarro Aberri Txarrak ha resultado ser una especie de apéndice bizarro, ácido y euskaldun al tremendo éxito de los muy conocidos Lendakaris Muertos. Dentro del muy irónico álbum "Ertzainis democrazy" (2015), el señor Aitor Lendakari ha demostrado que también puede cantar y berrear sus clásicas barrabasadas bajo ese "impecable" euskera ikastolero que tan bien luce y gasta. Pildorazos como "PNV fax-ista" o "Mikelen heriotza" son solo dos de las muchas joyitas que esconde el primer trabajo de Aberri Txarrak (en euskera, Malas Patrias). Merece la pena señalar que, durante los años 90, mucho antes de comenzar a saborear las dulces mieles de éxito musical, varios miembros de los Lendakari Muertos se fueron curtiendo, poco a poco, en grupos rock maketeros y euskaldunes tan variopintos como Eragaitz, Eztanda o los añorables Kuto. Comentan que cuando Asier Lendakari cantaba en las filas de Eragaitz, compartía local de ensayo con Nahizer Bizkor, otro combo de rock pamplonica con aires algo mas hippies. Naizer Bizkor lograrían publicar un cuco hit proinsumisión, "Bai, generala", dentro de un disco recopilatorio de la época, "A.M.I. Asociación de Músicos de Iruña" (1996). También el grupo Eragaitz incluyó uno de sus temas, "Euri garratza".
El sonido del grupo pamplones Eztanda resultaba muy crudo, metalero y algo punkarrilla. El legado musical de los miembros de Eztanda (en euskera, Estallido) serían dos cucas maquetas con seis temas cada una de ellas, "Eztanda" (1995) y "1000 begi" (1996). Esta última demo fue grabada en los activos estudios Sonido XXI en Esparza de Galar (Navarra) con la inestimable ayuda a los veteranos hermanos San Martin. Los títulos de las canciones de Eztanda explican al 100% el giro social y político de aquellos agitados años noventa, "Molotoven legea", "Subersibo", "Garun rapatuak", "Izorra hadi", "Polizia", "Jipoitua"... En una etapa más posterior, el legado del grupo navarro Kuto se escoraría hacía influencias algo más modernas, buscando un ambicioso sonido postmetalero influido, sin duda, por el tsunami sonoro provocado por el irrepetible grupo vasco DUT dentro de la escena rock euskaldun. Hoy en día, el poder recuperar el ep "Kuto" (2001), con aquellos cuatro tracks y aquel videoclip en formato CD- Rom, sería como poder viajar en la maquina del tiempo... ¡Un flash total!
Tambíen tenían una enorme aficion metalera los chavales del grupo Akatu. Esta banda navarra tuvo hasta siete componentes entre sus filas, Aritz (guitarra), Patxi (guitarra), Imanol (djembé), Iker (batería), Ibai (voz), Jon (voz), Ibai (bajo). Tras grabar el disco "Utopiaren indarra" (2006) con la ayuda de Fer Buitraker, Akatu ficharían por el sello pamplones GOR donde editarn el potente "Kateak" (2008). Esta cañera formación se hizo notar gracias a la intervención de sus dos cantantes y un djembé. Gracias a tener a un par de vocalistas, las canciones de Akatu ofrecen juegos de voces, a veces algo agresivos, otras veces mucho más melódicas. Además el sonido del djembé dota de un curioso toque exótico a las percusiones en algunos temas a lo Machine Head, directos y con pegadizos estribillos. Tras lanzar un tercer disco, "Phoenix", la banda navarra de separó. Uno de los cantantes de Akatu, Jon Basaguren, aprendería a tocar la guitarra y fundaría su propia banda, Izaki Gardenak. Buscando una onda diferente y personal, Jon Basaguren ha grabado algunas de las mejores canciones de americana en el Estado.
La parte más popera de la escena rock euskaldun de Iruñerria estaría representada por dos bandas tan chulas como Baobabs Will Destroy Your Planet y Kerobia. Los primeros, Baobabs Will Destroy Your Planet, es un joven grupo pamplones que tuvo el honor de haber sido el primero en Navarra en grabar canciones en euskera en los míticos estudios londinenses de Abbey Road. En su primer álbum, "Baobabs will destroy your planet" (2016), mostraban unas claras influencias de un pop anglosajón que no defraudará al oyente novel que busque sonidos diferentes y sinceros en la escena vasca. Tras la baja de Daryna (sintetizador), Eneko (bateria) y Eymard (guitarra y voz) grabarían "Argiaren abiadura" (2018) con la ayuda de Iñaki Llarena (sintetizador) y Amaia Zalbide (sintetizador). El tercer álbum del grupo navarro sería el formidable "Arnasa" (2021), con un emotivo y peculiar homenaje pop al mítico bertsolari Xalbador. Por su parte, antes de fundar la banda Kerobia, Xabi Bandini (voz y guitarra) y Eneko (batería) pasarían por las filas de Suhar, un grupete maketero formado junto a varios compañeros de la ikastola, entre ellos, Ane, una corista fan del grupo Saint Etienne.
Tras editar dos buenos trabajos bajo el sello GOR, "Kerobia" (2004) y "Rose Escargot" (2006), los miembros de Kerobia apostarían por la autoedición completa, anunciando su renuncia total a seguir formando parte de dudosas entes administrativos estatales, como la polémica SGAE. Así pues, los miembros de Kerobia se embarcarían en una aluciante aventura musical, ideando una maravillosa trilogía cuyo hilo conductor se inspiraba en los tres colores de los cubos de basura que existen en la comarca de Pamplona/Iruñea, es decir, en el verde (basura orgánica), azul (papel y carton) y amarillo (plásticos y latas). Con la ayuda de la artista vasca Maite Gurrutxaga en el diseño de las tres cucas portadas, los discos de esa trilogía pop, "Materia organikoa eta gainerakoak" (2008), "Papera eta kartoia" (2009) y "Ontziak" (2010), eran diferentes entre sí, pero formaban un todo memorable. Sin duda, esta trilogía de EPs una de las obras maestras del pop euskaldun más reciente. "Puede que nuestras letras tengan un tinte bastante melodramático, pero siempre piensamos que es la forma más certera y real de definir la felicidad. Todas las canciones tienen un mensaje optimista. Por ejemplo, en "Anna Grey", hablamos de su fusilamiento, pero al final se cuenta cómo afrontó su realidad con una belleza sin misticismos, con una vitalidad aplastante".
El grupo navarro Kerobia se despidió de la escena musical vasca por la puerta grande, con "Supernova" (2012), un último album repleto de pop algo experimental y coproducido por los propios fans del grupo gracias al sistema de crowdfunding. "Nos parece todo un logro haber sacado este último proyecto en las condiciones que nosotros queríamos. Creo que hemos aprendido muchísimo, en lo musical, en la forma de hacer las cosas y, como en cualquier otro trabajo en que tienes unos objetivos, en el aspecto personal también. Lo único que nos gustaría es que todo esto quede en la memoria de aquellos que lo disfrutaron junto a nosotros". Cuatro años más tarde, los excomponentes de Kerobia regresarían de nuevo a los escenarios bajo el paraguas de otro peculiar proyecto pop, llamado Anticontinente. Con ese nombre tan extraño y sugerente, la banda se autoeditaría un cuco mini álbum con seis bonitos temas en su interior, "Anticontinente" (2016).
En 2017, cuatro años después de su adiós, los miembros de Kerobia se reunieron para ofrecer un concierto especial en el 20º aniversario del Hatortxu Rock, el único festival solidario del mundo organizado para ser el último en cada edición. "Con la gente del Hatortxu Rock teniamos una buena relación. Reunirnos ha sido guay, pero también es verdad que hemos tenido que ensayar y entrenar para ponernos a punto de nuevo, ya que tuvimos un par de años de parón seco. Haremos un mix con los temas de Kerobia más eléctricos, con cosas de Anticontinente y algo de material que nunca publicamos. Pero, al terminar el show y bajar del escenario, la banda volverá al ataúd" bromeaba Xabi Bandini, el cantante y guitarrista de Kerobia. De hecho, al año siguiente, el señor Bandini anunció la edición de un disco en solitario, "Begibakar" (2018). Según revelaba el artista navarro la capacidad terapéutica de tocar, de seguir componiendo canciones, es enorme, sobretodo cuando estás viviendo fuera de tu tierra. Xabi Bandini ha vuelto a componer bonitas melodías, sin artificios, desde su rincón casero en un piso de 29 metros cuadrado de Madrid (España). A los pocos meses, Xabi Bandini presentaría "Biba!" (2019), un animado EP con sonidos bastante más electrónicos y poperos que los anteriores.
Sin duda, la historioa del músico navarro Bittor Aiape es una de las más singulares dentro de la joven historia del rock euskaldun. Bittor Aiape fue un jovencísimo, pero atrevido cantautor que debutó apenas siendo un crió sin pelusilla en la barbilla, con trece añitos. A pesar de su insultante juventud, la carrera Bittor despegó enseguida gracias a la ayuda de un buen puñado de músicos profesionales, como Mikel Irazoki, Jama Larreburu o el veterano Jean-Lou Corrihon, que asfaltaron el camino musical. Bajo el sello guipuzcoano IZ, el enérgico Bittor Aiape y su potente banda publicarían cuatro buenos discos de pop y rock donde el oyente novel notará la natural evolución del artista navarro respecto a su edad y a su fulgor vital. Esta progresión se reflejaría tanto en su timbre de voz, como en unos ritmos cada vez más y más rockeros y, sobretodo, en unas cada vez más afiladas y directas letras en euskera. Esos cuatro discos, "Bittor Aiape" (1994), "Gaztea naiz eta zer?" (1995), "Azkena" (1997) y "Beste aldean" (2000), son el inmortal y muy reivindicable legado sonoro de aquel adolescente con raíces en Caseda (Navarra). Sin duda, muchas de las canciones de Bittor Aiape, como "Arraroa noski", "Bizitza elektrikoa", "Euskal Herria eraikiz" o "Lagun presoak", son hoy en día un recuerdo muy emotivo para una generación entera de chavales vascos curtidos en aquellos insumisos y humeantes años 90. "Itxaropena nere herriko neskatxarik ederrena da... edozein gaztek nahi lukeena!!"
Un horda de majaras barbudos, todos amantes del folk rock norteamericano y del punk de los irlandeses The Pogues, darían vida al irrepetible conjunto navarro Bizardunak (en euskera, Los Barbudos). Cantando letras muy ácidas en euskera o castellano, el éxito popular de esta banda navarra fue enorme y daría lugar a una carrera meteórica, repleta de conciertos incendiarios y tres álbumes cargaditos de himnos irónicos y antitodo, contra las injusticias del poder o el buen gusto establecido. "Sin duda, ya no se ven conciertos como los de Tijuana in Blue. Los grupos de ahora se lo toman todo mucho más en serio. En los conjuntos más metaleros, como Berri Txarrak o Koma, la gente toca muy bien, pero sus directos son más serios que antes. En mi opinión, donde una banda lo da todo es en el estudio, en la grabación del disco. Los conciertos son otra cosa... En un show en vivo hay que enganchar al público, o cabrearlo, para que cuando esté viéndote no esté comiéndose un bocadillo de chistorra o mirando para el otro lado".
Con su primer disco homónimo, "Bizardunak" (2009), los Bizardunak ya apuntaban bastante alto, versionando a diestro y siniestro, sin apenas pudor. Pero gracias a su segundo trabajo, "Zugzwang" (2010), la banda demostraría ser además unos magníficos compositores, puliendo, completamente, su particular estilo folk rock con "Ur ederra kirats infinituan" (2012), su tercer y fantástico último trabajo. Bizardunak dejaron, bastante claro, que la ironía borrachuza de su primera etapa, como la de "Euskal Herriko oreoak", iba muy en serio. "La violencia engendra venganza y nosotros no somos un grupo didáctico, exponemos las cosas claro, como las vemos. Exponemos los hechos como inevitables, ya que no creemos que vaya a haber un mundo mejor. Nada ha cambiado por aquí, siempre habrá gente que tendrá el poder y otra que no, gente que vivirá muy bien y otra que lo pasará fatal. Solo ha cambiado el disfraz". Finiquitada su aventura musical con Bizardunak, el carismático vocalista Haritz Artola (exmiembro de Fiachras) formaría parte de Unidad Alavesa, otro estupendo y peleón conjunto vasco de folk rock. El señor Artola grabaría primero "Unidad Alavesa" (2017), un prometedor debut lleno de soberbias letras entonadas en euskera y castellano, con la ayuda de músicos curtidos en bandas vascas como Ancha Es Castilla (Gurutz Bikuña), Los Zopilotes Txirriaos (Eneko Dorronsoro) o Brigada Criminal (Iker Arza). "Martin Martin" (2019) es el título del segundo asalto de Unidad Alavesa.
Otro de los miembros más reconocibles de Bizardunak sería el inquieto Iñigo Cabezafuego. Este incasificable músico navarro es reconocido, especialmente, por tener una gran habilidad para remezclar sus peculiares pero lúcidas letras con sonidos cercanos a la psicodélica rockera y a cierto folk marciano. Tras formar parte de conjuntos míticos, como Mermaid o Basque Country Pharaons, Iñigo Cabezafuego "Firehead" aprendió euskera para dar vida a otro grupo de rock de gran interés, Black Lagun. En este proyecto breve y loco Iñigo contó con ayuda musical de su compañero Leroy Starlight (Mermaid) y de Bertie (Dead Flowers y Astrovandals). Los títulos de los seis temas incluidos dentro de su único disco, "Monora Buelta" (2008), ya anticipaban parte de ideario punkarra de la lírica salvaje de los Bizadunak. Hay están "Pio XII-ren experientzia", "Banku killer kurba", "Hazten asten de ahazten", "Jaio naiz guardia civil", "Seme, pix egin bote honetan" y "Agur, Xabier, agur". Este último tema es una curiosa pieza de surf instrumental dedicada al conocido dirigente burgués y jeltzale Xabier Arzalluz, quien luce peinado afro y piel negra en la irónica portada del disco.
Curiosamente, el hermano mayor del señor Cabezafuego, Rolan Garces, también se ha lanzado a cantar en lengua vasca gracias a los nueve estupendos temas que cuenta su primer disco, "Loop & Abestiak" (2018). Nacido en 1973 y, tras una larga y dilatada carrera tocando en bandas rockeras de la zona de Iruñerria, este artista navarro ha presenta su primer álbum en solitario. Rolan se mueve en sonidos cercanos al folk, el country y el blues, y sus melodías tienen mucha fuerza pero con una instrumentación bastante sencilla, buscando dar el protagonismo a la voz, como en "Askatasun dantza". Varias de las letras son obra del señor Oskar Benas, quien además de la producción, se ha encargado de grabar también una parte de la instrumentación del disco de Rolan.
Desde el año 2006, la banda pamplonica Broken Brothers Brass Band ha disfrutado llenando de ritmos de blues, góspel o jazz las calles de la vieja Iruñea. Aunque contagiados por el espíritu de las populares brass bands de Nueva Orleans (USA), las grabaciones de este grupo navarro, como "The-life-we-deserve" (2012), "In the mud!" (2014), "Ildoa landuz" (2016) , "Txertaketa" (2018) o "Katebegia" (2021), son un ejemplo de su enorme amplitud de miras sonoras. Dentro de esos discos han colaborado raperos como Moisés No Duerme (Raperos de Emaús) o Escandaloso Xpósito, artistas como Iñigo Cabezafuego o vocalistas como Nerea Erbiti. El oyente novel se sorprenderá escuchando a Broken Brothers Brass Band, que cuenta con exmiembros de combos pioneros como Amama Luisa Brass Band, y gozará de los tonos festivos de buenos temas como "Azken kantua balitz", homenajes punkarras como "Dantza zure botilarekin", ritmos afrolatinos como "Gumbo ibaiertzean" o minutos orgásmicos "(Joan aurretik) edan pozoi hau". Broken Brothers Brass Band forma parte de la plataforma Iruñea NOLA?, cuyo deseo es rehabilitar, poco a poco, las calles de su ciudad tras años y años de sequía cultural, censura política y corruptela institucional.
Con el paso del tiempo, la escena rock euskaldun se ha ido normalizando en Iruñea, extendiéndose el eclecticismo entre las nuevas formaciones de la ciudad. Al principio, la banda navarra Desoreka cantaba en euskera ("Beldurraren ahotsa", "Regi", "Behin batean"), pero, tras el impacto mundial de grupos indies como Pixies o REM, empezaron a componer también en inglés. Los cuatro miembros de Desoreka, Unai (voz y guitarra), Gorka (bateria), Markos (bajo) y Aitor (guitarra), encabezaron el denominado Sonido Pamplona que, al igual que los mediáticos Getxo Sound o Xixon Sound, generando toda una subescena en la ciudad del Arga. Tras editar un discazo como "Not for you" (1997), Unai y Markos pasaron a colaborar con los hermanos Arizaleta en las filas de otro flamante grupo pop, El Columpio Asesino ("Leihotik").
La añorada banda pamplonesa Skalariak también se animó componer buenos temas ska con letras en euskera, como "Agur Euskal Herriari", "Txapeldunak", "O, neure herri!" o "Arazoak arazo". Dentro de sus discos había contenida mucha rabia local, pero su reinterpretación del sonido ska reggae fue siempre multirracial, internacionalista, libre y solidaria. "Así nos sentimos haciendo esta música. Nosotros somos navarros, pero musicalmente nuestra influencia es jamaicana. Nuestras letras son mayoritariamente en castellano, pero también cantamos en euskera y en otros idiomas, como italiano, ruso, francés o inglés. El porque reside en que nuestro pensamiento puede estar en cualquier parte del mundo". Tras girar por medio mundo, la ya mítica banda pamplonesa Skalariak se separó para siempre. Por suerte, de sus cenizas saltarían a la escena vasca otros espléndidos conjuntos, como Juantxo Skalari & Rude Band o los ya desaparecidos Vendetta, logrando gran renombre, incluso, muy lejos de la calles de la vieja Iruñea.
Hacia el año 2007 ocho jóvenes músicos de la comarca de Iruñerria dieron vida a Skatu, un combo euskaldun de ska festivo y reivindicativo. Mientras preparaban la edición de su primer disco, la policía española capturó a Ibai y se lo llevaron preso a la cárcel madrileña de Aranjuez. Aun así, desde el interior de su celda, Ibai lograría participar de extranjis en la grabación de uno de los temas del disco del grupo navarro, "Zortziak bat!" (2009), cuyo titulo hace sonora referencia a ese grave incidente judicial. El grupo Skatu no solo actuó en tierras cercanas al País Vasco, sino que llegó a salir de gira por buena parte de Europa, como Italia y Eslovenia. El segundo disco de Skatu se tituló "Izana izanen" (2011) y ahondaba en la misma linea musical del primero... Si la cosa funciona, ¿para que cambiar?
Con algo de menos éxito, otras interesantes bandas pamplonicas han recorrido también la senda musical jamaicana. Cada una a su manera y estilo... Por ejemplo, Afú, un proyecto musical parido dentro del viejo gaztetxe de Barañain durante aquel cálido verano de 2005. El objetivo inicial del grupo era agitar un poco el panorama musical de su localidad gobernada, por entonces, por el tedio de la derecha gris navarra. Afú hallarían inspiración en Victor, el sin par camarero del bar Iparralde, quien no paraba de gritarles "¡Afuuuuuuuu!" cada vez de entraban en el local. La cocción de la primera maqueta de Afú, "Radio Afú" (2005), resulto un tanto bizarra, pero muy divertida, ya que en la grabación colaboraron raperos de la zona, niños, curiosos o un par de jóvenes llegados de Senegal (Africa).
Aunque nacimiento del grupo Afú fue la sensación del verano en la zona de Barañain, después llegaría esa típica fase de seguir juntándose todos para ensayar y lograr un repertorio decente para poder debutar bien en vivo y en directo. Este hecho ocurrió por fin en las fiestas patronales del 2007, cuando los miembros de Afú telonearon a los rockeros madrileños Habeas Corpus en el recinto de las txoznas de Barañain. Tres años después, vería la luz su debut, “Aprendamos a desaprender” (2010), un primer disco donde remezclaban sin miedo ritmos latinos, ska, reggae y rumba con letras en euskera y castellano. La repercusión del disco de Afú fue creciendo cada vez más y el grupo navarro vio redoblado el número de conciertos por toda Euskal Herria. En su siguiente disco, “Lurraren komunikazio taupadak” (2012), la banda se enriqueció su coctelera añadiendo ritmos africanos a su rica macedonia sonora. Esta sensación se ampliaría aun más con la edición de su estupendo tercer disco, “Zoroak hegaz goaz” (2015).
También en la zona de Barañain surgirían bandas tan reseñables como Kasu!, Arkada, Nekez, Begira, Soñadores Natos, Resaka o los siempre inspirados Raperos de Emaús. Estos últimos han ayudado a consolidar una creciente escena hip hop euskaldun con la ayuda de grupos navarros como Goienetxe Anaiak, responsables del álbum "Lekuz eztu" (2014), el veterano rapero Manugaitz, autor de "Txapela barruan darabilt mundua" (2015), o el alegre bertsolari navarro Oskar Estanga. En sus últimos discos, Raperos de Emaus han trabajado al lado de la soberbio banda The Titanians. Así, en su inicial plan sonoro han ido mutando desde los aquellos samples y baterías programadas hasta conjugar a un elegante grupo de músicos en vivo y en directo, pero sin llegar perder nunca su esencia callejera y su mensaje peleón, repleto de buenas rimas en euskera o castellano. Trabajos como "Distinto frasco" (2016) o "La ley del hambre" (2016) son buenísima prueba de ello. Paralelamente, uno de los miembros de Raperos de Emaus, Ritx, ha editado "Edozein bi" (2017) un cuco trabajo rap y reggae con la ayuda de su colega Aingeru Sñ-Nt (Soñadores Natos) y con la fina producción del siempre fino Moises No Duerme. Dentro el primer disco del dúo Aingeru & Ritx el oyente novel podrá disfrutar de temas como "Gaztetxean", "Bizitza motza" o "Besarkatu".
En 2003 varios miembros de grupos como R-Zetak, Seihots y Na Tua Man darían vida a Kasu! (en euskera, "¡Cuidado!"). Los intrépidos Patxi, Josu, Mikel, Eneko y Sahats debutarían tocando en directo el mes de agosto de 2004 y, al año siguiente, la banda ya editaba su primer disco, "Beldurrik ez" (2005) con dieciséis cucas canciones. En 2008, mientras preparaban su segundo álbum, la policía española capturó a Mikel y se lo llevó presionero muy lejos de casa. Este grave incidente demoraría un tiempo la salida de su soberbio segundo disco, "2" (2009). Tras editar un álbum de rarezas, "Bitxikeriak" (2010), el grupo Kasu! regresaría al estudio para grabar su tercera referencia, "Erraietatik" (2012). Tras un parón, la banda navarra anunció la edición de "Haziak erditzen" (2019), su cuarto zarpazo musical, grabado en los activos estudios K de Pamplona/Iruñea y con un elegante y vistoso diseño gráfico obra de Lorea Larraya y June García.
Nekez es uno de combos navarros más atractivos de la escena rock euskaldun actual. Gracias a los temas de discos como "Argiak piztu!" (2012), "Zure esku" (2013) y "Lokatzetako igela" (2015), los miembros de Nekez han ido dejando claro que la cantera pamplonica sigue muy viva y tiene buen futuro. La voz melódica de Joseba suele dar algo cordura al bravío mar de nu-metal que genera el resto de la banda. Los temas de Nekez (en euskera, "A duras penas") van subiendo y bajando constantemente, pero sin derrapar, con zigzagueantes cambios de ritmos. "Para ser sinceros no nos basamos exclusivamente en música de grupos rock de aquí, como pueden ser Berri Txarrak o Governors. De hecho en esta última temporada estamos escuchando muchos grupos de fuera, como A Breach On Heaven, Disturbed, Foo Fighters... Todo eso va entrando en nuestra marmita y se va cociendo poco a poco".
Otras reseñables bandas dentro del espectro del rock metal euskaldun serían Herabe, autores de "Egiari zor" (2018) o el grupo Khous. Surgidos en la vecina localidad de Berriozar en 2001, los miembros de Khous ganaron el XV Concurso de Maquetas de la emisora Gaztea antes de poder editar su primer disco, "Taupaden bidetik" (2008). Tras superar varios cambios dentro de su formación, el grupo Khous presentaron "Loturak" (2010), un potente trabajo de metal grabado en los estudios Realworld (Londres, Reino Unido). Tras la edición de sus siguientes discos de estudio, "Itsukeria" (2013) y "Fedea" (2014), la banda navarra ha anunciado la llegada de otro disco más que completará una trilogía denominada "Geroaren haziak" (en euskera, Las Semillas del Futuro).
El conjunto punk-rock Banda Batxoki surgió en barrio de Txantrea hacia el año 2000. Comenzaron con gran ilusión ensayando con muy pocos medios dentro de un desván. Dieron su primer concierto el 23 de marzo de 2002, durante la fiesta de segundo aniversario del desaparecido gaztetxe Ezkaba. Después, los miembros de Banda Batxoki saldrían de gira por Euskal Herria junto a otra banda de punk local, Kematxen. Poco a poco, estos aguerridos txantreanos fueron haciéndose un hueco dentro de la escena y tocando cada vez más aceptablemente. Su reivindicado y reivindicativo legado musical consta de discos como "Jan goikoa eta lege zaharra" (2005), "Zaharragoak, gaiztoagoak" (2006) y "Bake garaietarako borroka kantak" (2011). Otro grupo de punk ska pamplones, Txurrustada, arrancó como un mero pasatiempo de Txaba (guitarra), Amaia (bajo), Iñigo (batería), Asier (voz) y Erbiti (voz). Debutaron en directo en diciembre de 2006 y, tras mucho practicar, llegaron a grabar un disco como "Izateko jaioak" (2009).
En los últimos tiempos la denominada “etxeko punk”, la rabiosa escena punk y oi desarrollada en la zona de Iruñerria y Nafarroa, ha tenido un llamativo eco social y popular gracias al firme e inquebrantable impulso de algunos programas de radio como “Kolpez kolpe” (Eguzki Irratia), a la apertura de nuevos gaztetxes en Burlada o la Arrotxapea, a la energía juvenil acumulada dentro de pequeñas salas como Aitzina Taberna, a festivales y conciertos autogestionados como el EDH Fest o a pequeños estudios de sonidos como los Estudios K o Sound Of Sirens, donde técnicos como Alberto Porres o Julen Urzaiz han registrado los primeros trabajos de combos locales como Tatxers, Ahuntzape, Skabidean, Rotten XIII, Sorkari, Suntxiketa, Bortitz…
A pesar de mil tipo de obstáculos, de sufrir montajes y razzias policiales, de aguantar los típicos devaneos electorales de la comunidad foral, de padecer pandemias mundiales, infames desalojos (Maravillas gaztetxea) o cambios en las modas y en los gustos musicales, el underground navarro más punkarra ha sido capaz de resistir, mutar y crecer sin pausa, logrando incluso hacer espacio para estrellas del trap tan mediáticas y curiosas como el colectivo Chill Mafia, cuyo primer trabajo “Ezorregatik x berpizkunea” (2021) ha sacudido la escena euskaldun de arriba a abajo. Otras bandas locales a señalar serían, por ejemplo, Acera, Herdoil, Aturri, Andreina Jolin, Urkabe, Dinamita, Sustrai Berriak, Ilunpean, Bai Zera, Jah Goikoa eta Reggae Zaharra, Ibil bedi, JaleO, Diraki, Banda Batxoki, Streetwise, Shock Waves, Tinko, Against You, Cuatro Madres, Behin Betiko, Duquesa de Nalga, Hurto, Kalapita, Arkada, Txarralde, Demokrazia Zero, Egurre, Aketza, Astindu, Akto Reflejo, Kezka, Whisky Mama, Irkaia, Josu Jon Imas, JotaPunk, Burutik, Erraietatik At, Iraultza, Aztarna, Las Valium, Irauten, Txurrustada, Skatu, Zartako, Sindrome Oi, The.Dillingers, Lubaki o The Guilty Brigade.
Otro de los fenómenos musicales más alucinantes vistos en Nafarroa fue el denominado sonido Napar-Mex. En este peculiar estilo de musica y agitación se entremezclan el brío de las jotas sanfermineras, los corridos mexicanos y la pasión revolucionaria de los habitantes de Navarra. Si en los años 80 la chavalería navarrica crecía con la carpeta del colegio forrada con dibujos de Iron Maiden y pegatinas de Kortatu, a comienzos de los años 90, hasta los más punkis sucumbieron al frenético colorido del grupo Kojon Prieto y los Huajolotes, los reyes del sonido napar-mex. Sin más pretensión que poder sufragar las populares costilladas organizadas en la casa okupada Lore Etxea, los músicos Kojon Prieto y los Huajalotes comenzaron a actuar y, en apenas unos pocos meses, ya eran adorados en casi toda Euskal Herria y parte del extranjero.
Por desgracia, a los diez años de la muerte del carismático lider de Kojon Prieto y los Huajolotes, Marco Antonio "Gavilán" Sanz de Acedo, una multitud se reunió en su honor en la localidad de Ansoain (Navarra) para celebrar una gran parranda en su memoria... Por fortuna, el legado sociomusical de Kojon Prieto y los Huajalotes tendría dignos herederos en los discos de bandas como los Impekables, Marianitoz Blai, Vidrio eta Otxoa o siempre incansables Los Zopilotes Txirriaos. "Ardo gorri naparra, kubatar rona ta mexikar tekilakin badugu zarata. Independentzi grina odolean eukita, aurrera Napartheid, Che eta Zapata..."
Una apreciación, ningún miembro de lendakaris muertos, fue integrante de Nahizer bizkor, si que compartieron local de ensayo cuando Asier cantaba en Eragaitz.
ResponderEliminar¿Alguien tiene la maketa de Iruña for Katakrak de Tijuana In Blue, Barricada, Belladona, etc? Gracias.
ResponderEliminarDale las gracias al señor Txisme, responsable del cuco blog "Andoaingo Jubilatuak".
Eliminarhttp://andoaingojubilatuak.blogspot.com/2017/01/iruna-for-katakrak-kien-okupapreokupa.html
Muchas gracias!!!
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