lunes, 8 de agosto de 2016

BIDASOA, MON AMOUR


"Aurreritzien sustraiak  
hain dira sakonak, 
arrazoiaren bidea 
 luzea bezain zaila dela...
Bidasoa fundamentalista? Inoiz ez!"

 
En ambos márgenes del río Bidasoa se han ido gestando algunos de los mejores momentos del rock euskaldun en estas últimas décadas. Tras la resaca del punk de los años 80, bien representado por animosos grupos locales como Kortatu, Auskalo, Vómito, Anti-Régimen, Oztopoka o Baldin Bada, nuevos conjuntos iniciaron una busqueda de nuevas sonoridades. Uno de casos más destacados se dio en Hondarribia (Gipuzkoa), donde un grupo artistas de la zona crearía la asociación Psilocybe Elkartea a comienzos de los años 90. Tras okupar y pelear durante varios años por tener locales de ensayo dignos, la asociación Psilocybe consiguió la cesión de una de las alas de las antiguas escuelas del barrio de Amute. Allí dentro nacería el espacio Psilocybenea, actualmente, uno de los locales más activos y singulares de toda la escena musical vasca. Tras acabar la renovación del edificio, el intrépido colectivo Psilocybe asumiría la gestión de todo el recinto, ampliando los primeros locales de ensayo con una nueva sala de conciertos y una emisora de radio.

Gracias a Psilocybenea, el nivel musical de Hondarribia ha crecido y ha sido, llamativamente, alto en los últimos años. Tras los pasos de bandas pioneras como Beti Mugan, DUT, LIF, The Ilusions, Sorotan Bele, Orgasmic Toothpicks, brotó una enorme cantera que incluye a conjuntos tan variados como Marginalia, 6 Erru, BloodSeekers, Pinbol, Citizen, Maumousse, Inoiz Ez, Sfintters, Montanas, Gudak, Guilty Parrots, Los Stupefactos, DeadBody & the Faboulous Bonus Man, Luz de Putas, Marmoka, & the Fans, Imago 4, Horzdun, DJ Edu o The Glandes. Recientemente, Marmoka, uno de esos nuevos grupos locales, ha presentado sus primeros trabajos "Marmoka" (2015), "Bidaide" (2017) o "Plakton" (2019), grabados, como no, dentro del espacio que cobija a Psilocybenea. Tras sufrir varios cambios, la formación de Marmoka esta formada por Mufloi (bajo), Hendhrix (guitarra), Katxarros (batería) y Mkarel (guitarra y voz), cuatro tipos que sobre el escenario ponen en acción lo que ellos mismos denominan "rockmarpop", una potente mezcla de música glam rock y psicodelia pop. En directo, aparte de canciones propias, la banda también suele versionear Neil Young o a míticas bandas vascas como Beti Mugan, Itoiz o Deabruak Teilatuetan.


La irrupción de un conjunto como Beti Mugan, que en euskera significa "Siempre en el limite/frontera") supuso aires nuevos dentro la escena musical vasca durante los agitados noventas. De forma muy clara, esta numerosa banda de Hondarribia decidió apostar por tocar y componer un animado pop y rock alternativo con fascinantes letras en euskera y, a veces, en inglés. Gracias al apoyo del pequeño sello vasco Basati Records, los miembros de Beti Mugan dejarían para la posteridad tres discos sin par, "Hamlet" (1992), "Mugan" (1993) y "Oreka desorekan" (1994). Por desgracias, para cuando la gente entendió a los Beti Mugan, la banda ya andaba despidiéndose. Algunos años más tarde, buena parte de su legado creativo se recopilaría dentro de "Bazen" (1998), un fino CD editado por el sello Esan Ozenki. Beti Mugan también participaron en "Underribi" (1994), un disco colectivo que resultaría ser una carta de presentación otra banda de Hondarribia con un papel fundamental en el desarrollo de la escena rock euskaldun, los irrepetibles DUT.

Dentro de su primer álbum, "DUT" (1995), la primera formación de DUT se atrevió a versionar al mismísimo Mikel Laboa con una versión apasionante y larguísima del tema "Urtsua da uda". Gracias a su arrojo juvenil y a sus potentes directos, DUT llegarían a telonear hasta en diez ocasiones a los míticos Negu Gorriak, dentro y fuera de los límites estatales. Después, para grabar su colosal segundo disco, "At" (1996), el grupo DUT se reinventó, completamente, pasando de ser un quinteto a ser un trío formado por Joseba (bajo), Galder (batería) y Xabi (guitarra). Mezclando infinidad de estilos e influencias musicales, estos tres chavales alcanzarían cotas musicales difícilmente imaginables, perfilando un poderoso sonido que reactivaría a buena parte de escena rockera y euskaldun. De hecho, el hecho de escuchar el álbum "At", animaría al veterano músico vasco Fermin Muguruza a desear colaborar con DUT en un disco completo. "Fermín recibió una invitación desde Chile para hacer una versión de Víctor Jara. Le apetecía hacer algo con nosotros y nos lo propuso. Lo de hacer un disco entero fue surgiendo, a raíz de esto". 

Tras grabar esa impactante versión de "El derecho de vivir en paz" para un disco de homenaje al desaparecido cantautor chileno Víctor Jara, los tres miembros de DUT y Fermin Muguruza presentarían un novedoso pero arrebatador trabajo, "Fermin Muguruza eta DUT" (1998). Aunque la totalidad de los textos de eran de Fermin, a excepción de la pegadiza "Aizkorak zorroztu", música del disco, básicamente, era aportación de la banda DUT, con dos llamativas excepciones, la agitada "Nik baditut sei" y la honda y sentida melodía de "Lucrecia". Bebiendo del eco  de inquietantes sonoridades como el jungle o drum&bass, el disco
Fermin Muguruza y DUT resultaría bastante fresco en aquella humeante Euskadi noventera y daría origen a una extensísima gira de presentación por gran parte del continente americano y Europa. Durante esa gira, a Fermin Muguruza y DUT les acompañaría Gaitzerdi, una compañía de teatro vasco que se encargo de diseñar y avivar las llamativas escenografías de metal y fuego que ambientaban los shows en directo. Parte de esta experiencia se recoge dentro de un libro, "DUT" (2019), elegante crónica firmada por Pablo Salgado bajo el sello Banizu Nizuke (www.banizunizuke.com). Esta editada dos versiones, en euskera y castellano y, además, incluyen bastantes fotografías inéditas y entrevistas con los principales protagonistas.

Sin llegar a anunciar, oficialmente, la disolución de la banda
de Hondarribia, los tres miembros de DUT impulsarían nuevos y diferentes proyectos. Tras presentar "Askatu korapiloa" (2000), su potente y crudo tercer trabajo, Xabi Strubell pondría en marcha Zura, un ecléctico proyecto musical donde el oyente novel descubrirá universos sonoros de lo más diverso. La fructífera carrera de Zura incluye desde sentidos homenajes a los asesinados poetas Lauxeta y Federico García Lorca en "Ilargi handi, zauri zarae" (2005), hasta las cálidas bossanovas del cuco "Kiribil" (2008) o las afiladas descargas rock de "Egunkari ezkutua" (2015), disco inspirado en una célebre novela del desaparecido activista y escritor vasco Txillardegi, "Leturiaren egunkari ezkutua" (1957). Por su parte, los otros dos miembros de DUT, Joseba Ponce y Galder Izagirre, se unirían a curtidos músicos como Fernando Sapo (vocalista de bandas como Estricalla o Onki Xin) y Mikel Kazalis (guitarrista de Anestesia) para dar forma a Kuraia, una superbanda de rock metal euskaldun. En euskera, Kuraia significa "Coraje". 

Los tres discos de Kuraia, "Kuraia" (2003), "Iluntasunari barre" (2004) y "Piztu da piztia" (2005), calarían muy hondo entre los aficionados al hard rock, especialmente, en aquellos que tuvieron la suerte de verlos en directo alguna vez. Fernando, el cantante de Kuraia, era capaz de hacer surf sobre el público montado en una funda de guitarra. "A pesar de cantar en euskera, Kuraia ha tenido muchas ofertas para tocar fuera de Euskal Herria. Podríamos haber tocado mucho más, pero de todas maneras, creo que hemos superado barreras como la censura o los prejuicios, que no es poco. Nos han escrito desde Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Japón, Chile, Argentina, México… Es gente que verdaderamente admiraba nuestra música. Las mayores barreras las tenemos dentro de nosotros mismos, pues no hemos sido lo suficientemente ambiciosos como para querer comernos el mundo. Si bien Kuraia es una banda euskaldun, estamos abiertos siempre a decir lo que sentimos en cualquier otra lengua. Hoy en día, ante el proceso de globalización salvaje que sufrimos, mantener viva nuestra lengua es cuestión vital, sobre todo si esta minorizada y sufre constantes agresiones". 


Tras la disolución de Kuraia, Galder pasaría a tocar la batería en las filas de los célebres Berri Txarrak, mientras que Joseba sorprendería a todos con "JP Lohian & Klonen Klana" (2015), un sabroso y muy personal trabajo discográfico cocinado a fuego lento. "Grabar en solitario es algo que siempre he tenido en la cabeza, pero ha sido hace relativamente poco cuando decidí hacerlo. No se si será por la edad pero me apetece más cantar que berrear. Me gustan las melodías, pero siempre he tenido tendencia hacia lo estéticamente oscuro en la música. Fui probando los teclados, poco a poco las canciones adquirían otra dimensión y, a la vez, unificaban el concepto musical que quería transmitir. Eso ha sido fundamental en el resultado final. He intentado hacer un disco conceptual lleno de detalles que vas descubriendo poco a poco". 


Desde un espectro musical bastante alejado a DUT, otra popular banda de la zona de Hondarribia triunfaría en Euskadi gracias a su muy acertada combinación de pop y sonidos de folk celta. Los tres discos editados por el grupo Sorotan Bele, "Sorotan Bele" (1993), "Mundu hegian" (1994) y "Jone-n kezkak" (1996), brindarán al oyente novel suficientes razones para seguir  tambien, con interés, los trabajos posteriores del excantante de Sorotan Bele, Gorka Sarriegi, o los del ya tristemente desaparecido flautista y compositor, Mikel Errazkin. Otro de los miembros del grupo Sorotan Bele, Urbil Artola, haría dúo con su célebre progenitor, el cantautor vasco Txomin Artola, en el elegante y recomendable álbum "Hondarribian" (1997).


Nacido en 1948, el veterano Txomin Artola ayudaría a refrescar el folk euskaldun a mediados de los años 70. Reconociendo las influencias de Bob Dylan, Simon & Garfunkel y buena parte del folk británico, Txomin Artola arrancaría su carrera con "Olaxta" (1975), un disco donde musicó varios poemas de ambiente marinero escritos por su padre, Fernando Artola. Con sus posteriores trabajos, Txomin Artola lograría hacerse su propio hueco dentro de la escena musical vasca. La lista de buenos discos es abundante y golosa, "Belar hostoak" (1978), "Ttakun ttakun" (1980), "Orbela" (1985), "Txuriko" (1986), "Berriz arte" (1988), "Txomin Artola" (1990), "Alboka" (1994), "Banako" (1994), "Zurartean" (1995) o su más reciente y orquestal trabajo "Txomin Artola Et Incarnatus Est" (2021), grabado en los Estudios Garate de Andoain con la ayuda de jóvenes músicos de Et Incarnatus Orkestra. 


Durante su paso por el grupo folk Haizea (en euskera, "El Viento"), Txomin Artola haría buenas migas con una joven y formidable cantante donostiarra llamada Amaia Zubiria. Ambos músicos colaborarían muy a menudo, logrando grandes éxitos, como la imprescindible trilogía "Folk lore sorta", editada bajo el sello Elkar a comienzos de los años 90. Convertida hoy en una de las grandes damas de la escena euskaldun, Amaia Zubiria cultivaría diversos géneros musicales, grabando desde bandas sonoras de películas hasta discos tan variopintos como "Ho, pitxu, ho!" (1998), "Mami xuri" (1998), "Haatik" (2002), "Nabil" (2008) o "Amona Mantangorri" (2011). Como curiosidad, otro disco de Amaia Zubiria, titulado "Amonaren mengantza" (1995), inspiraría el nombre de La Venganza de la Abuela, potente banda de rock liderada por el navarro Enrique Villarreal "El Drogas", por entonces, todavía bajista de Barricada. En 21 junio de 2021, Amaia Zubiria recibió el premio Adarra Saria por toda su trayectoría artística y ofreció un emotico show en el teatro Victoria Eugenia de su ciudad, Donostia, repasando hermosos temas de su repertorio en compañia buenos músicos y amigos como el veterano Pascal Gaigne, Karlos Gimenez, Angel Unzu, Aitor Furundarena, Ritxi Salaberria, Gonzalo Tejada, Luis Camino, Manu Gaigne, Maider Ansa, Jaione Olazabal o su propio hijo, el guitarrista Edorta Amurua Zubiria. 

Junto a DUT, otro intenso grupo sería la punta de lanza del post-rock vasco. Surgidos en la localidad de Irun en 1998, a los pocos meses, los miembros de Lisabö ya teloneaban a la célebre banda norteamericana Fugazi en la sala Jam de Bergara (Gipuzkoa). "Lo de Fugazi fue algo genial. Lo que más me marcó fue verles cargar y descargar su material como si fueran un grupete que acaba de empezar. Desde aquel día valoro mucho ese tipo de cosas, es algo que te pone de nuevo en la tierra, porque a veces la música tiene ese punto de evasión. Esas pruebas de humildad siempre te vienen bien. Pero de Fugazi hemos aprendido también muchas más cosas, la forma en que llevan su sello, su coherencia a la hora de tocar o su línea de producción". 


Gracias al apoyo del sello vasco Esan Ozenki, "Ezarian" (2000), el primer álbum de Lisabö, causaría una enorme conmoción dentro y fuera de Euskadi. Debido a la fuerza de sus poéticas letras, a sus melodías tan desgarradas y a esas voces casi al límite, aquel memorable debut se convertiría, en poco tiempo, en un claro referente para multitud de bandas de post-rock de la zona. "Nuestras letras son personales, íntimas, pero es una intimidad que se contextualiza en la realidad que vivimos aquí en Euskadi. Son letras abiertas a muchas interpretaciones, que no se asfixian en la propia intimidad del que las escribe". 

A pesar de sufrir cambios importantes en la formación, el grupo Lisabö continuó grabando nuevos discos a su ritmo, manteniéndose fiel a su particular sonoridad. Una de las bazas de Lisabö son sus directos. Juegan con los silencios y con partes de gran intensidad y, en vivo, va a más y más. Es bonito ver el juego de sus dos baterías. En los discos esto se pierde un poco, ya que no sabes quién toca qué, pero sobre el escenario resulta impactante. Dicen que las composiciones que hace la banda de Irun no entrañan demasiadas dificultades técnicas, ya que quieren que quien esté ahí sea alguien cercano. Todo está pensado para que, a la hora de transmitir emociones y vivir la canción, la cosa cuaje. Tras editar "Egun bat nonahi" (2002), un pequeño disco que contenía tres soberbios temas escritos por un exmiembro de Beti Mugan, Martxel Mariskal, los miembros de Lisabö presentarían "Izkiriaturik aurkitu ditudan gurak" (2004). Durante la grabación, la banda guipuzcoana contó con la ayuda de importantes conjuntos, como los asturianos Manta Ray o los franceses Experience. 


Aunque demasiado espaciados el tiempo, el oyente novel no puede pasar por alto tres obras tan impactantes como "Ezlekuak" (2007), "Animalia lotsatuen putzua" (2011) o "Eta edertasunaren lorratzetan biluztu ginen" (2008). "Está claro que el hecho de cantar en euskera supone un freno para mucha gente a la hora de comprar un disco, pero a nosotros nos da igual, continuaremos haciendo nuestros discos en euskera demostrando que es un idioma precioso, que encierra belleza en cualquiera de sus expresiones. Es nuestra lengua, y es la mejor de todas para decir "te quiero". Esas trabas lingüísticas irán cayendo, la gente al final es inteligente. Los que de verdad aman la cultura, están por encima de todo. La cultura no va a cambiar el mundo, pero sí puede crear un poso en ti para que tu puedas rebelarte, tanto contra las cosas que te rodean, como contra ti mismo".


Uno de los miembros de Lisabö, Ivan Zabalegi, pasaría de tocar la batería a agarrar con ganas la guitarra. Ivan puso en marcha un nuevo proyecto musical denominado Nire. Con los temas de su discos, "Hamabost" (2015)
y "Hemeretzi" (2019), Ivan labra su camino a través de la senda de una especie de rock y country alternativo cantando en lengua vasca. Otro miembro de Lisabö, Aida Torres, dejaría la banda y formaría parte de los soberbios e inclasificables Jupiter Jon. Con ellos, Aida ha editado dos discos flipantes, "Pleistozenoko astelehenak" (2011) y "Eta metaforak greba egin eben..." (2015). No hay palabras que puedan explicar todas las sensaciones que transmiten, el oyente novel deberá de dejarse arrastrar por el torbellino sónico.

Surgidos entre Irun y Hondarribia, el potente trío rock vasco Izaera se presento al mundo con una golosa maqueta en 2001. Tres años después, tras ofrecer  más 70 conciertos y cambiar de guitarrista, Izaera retornaron con el álbum  “10 Programa Gaiztokian” (2004). Los miembros de Izaera, Mikel (guitarra), Aritz (bajo) y Sergio (batería), no dudaron en dejar en manos del experto Karlos Osinaga el proceso de producción del mismo. Ese estupendo debut fue grabado en los locales del gaztetxe de Bonberenea (Tolosa), el cual se dedica desde hace años a poner en manos de grupos noveles una mínima infraestructura para hacer posible la edición y expansión de su arte. No es fácil describir a Izaera, ni colocarles etiqueta alguna, pero se suele decir que mantienen voces rasgadas y bajos distorsionados que marcando la base, a diferencia de los ritmos de batería que suelen aumentar en dinamismo y velocidad. Las guitarras de Izaera dotando a los temas de gran agresividad lírica.

Dentro del formidable catálogo de sello Esan Ozenki, había otras dos bandas de la zona del Bidasoa que merecen ser reivindicadas con ganas, Debekatua y LIF. Siendo ocurrentes, el grupo Debekatua fueron algo así como los Rage Against The Machine euskaldunes, practicaban una especie de rap metal machacón pero muy pegadizo. Solo grabaron una maqueta y un único disco, "Debekatua" (1999), y aunque no tuvieron el éxito arrollador, volver a escucharlos ahora es un enorme placer. Canciones como "Litio", "Zonbien gaua" (La noche de los zombis) o "Turkiar demokrazia" (Democracia a la turca) harán botar a cualquier oyente novel, están repletas de cortantes letras en euskera, scratches y voces sampleadas (en el tema "Gurutzea sutan" se escucha la voz de Iggy Pop). El tema que cierra el disco, "Honek ez du zerikusirik, merezi du", es un hipnótico poema del escritor vasco Harkaitz Cano. Las nuevas generaciones pondrá en su sitio el legado sonoro de este cuco grupo de Irun.

Por su parte, LIF fue una potente banda de rock con toques de hardcore y punk. Se formaron en Hondarribia hacia 1993 y registraron dos discazos, "LIF" (1998) y "*" (2001). El vocalista, el señor Pantera, y el resto de las fieras de LIF acompañarían a sus paisanos DUT en numerosas ocasiones, logrando actuaciones inolvidables por los numerosos gaztetxes de Euskadi. Los directos de LIF eran contundentes y frenéticos, el grupo demostró siempre que el escenario era su medio natural. Aunque su primer disco fue muy bien acogido por la chavalada, se notaba un poco la inexperiencia del grupo en el estudio. El sonido era bastante contundente, rozando el thrash metal en varias ocasiones, y sus letras resultaban muy reivindicativas (sin caer en el panfleto fácil), a la vez que personales. En abril de 2001 los miembros de LIF se aislaron en una cabaña en la zona de Maldaerreka (Navarra) junto a Karlos Lisabö. Este ejercería de técnico de sonido y productor de las once canciones que grabaron para dar forma a siguiente trabajo, "*" (Asterisco). Después de editar el disco bajo el sello Metak, al acabar la gira de presentación, la banda LIF dejaría de tocar. Alguno de los miembros militó después en Kalite, otra apisonadora sónica y metalera de la que brotó un álbum, "Buia" (2005).

Alejados de las intensidades de los sonidos post rock, una banda de Irun es pionera dentro de la escena euskaldun al acercarse hacia el hip-hop desde el sonido reggae jamaicano. Los miembros del grupo Bad Sound System han cosechado muy buena fama por sus animados directos, saliendo a tocar, repetidamente, fuera de los límites del País Vasco, incluso, por tierras de México o Japón. Fruto de este talento, obras como "Buiaka" (2004), "Kalean" (2008) o "Aldaketa" (2012) son una sabrosa realidad sonora. También en Irun, en el entorno del veterano grupo punk Apurtu y del pequeño sello Petruska Records, germinó toda una escena rockera dentro del underground local. Conjurando a bandas variopintas, como Kakazaharra Ta Bi Puzker, Big Brown Beavers, Armatiropunk, Ex-pañolak, Zanpatu, Nortasun Galduak, Dik, Lady Kotxinas, Endika Pullo, Lastojaleak, Los Piloros, Astindu Oi!, Kondenatuak, In Kasu!, Slevy, Kaos Kooperativ, Kail o los añorados Kasernarat, emergieron varios festivales de música en la zona del Bidasoa y, también, varios frenéticos recopilatorios bajo el título de "Bidasoa Attak!".

Zanpatu fue una curiosa banda de punk oi! surgida hacia el año 2004. En su cortísima carrera no dejaron ninguna grabación, pero, al saber de su existencia, los responsables del sello Petruska Records se ofrecieron para editar todo su inédito y excitante repertorio sónico. Con algunos cambio de su antigua formación, el grupo Zanpatu regresaría de nuevo para dar forma a su flamante primera grabación, homónimamente, titulada "Zanpatu" (2011). Este disco fue presentado al público a los pocos meses gracias a un coqueto el festival punk local, Bidasoa Attak. El inquieto sello Petruska Records también editaría "Kail" (2012), el único trabajo discográfico de Kail, joven banda de Irun aficionada a agitar al personal con sus animadas tormentas de rock metalizado. Curiosamente, de las cenizas de los extintos Kail surgiría uno de los combos más fascinantes de la escena folk euskaldun, el grupo Kasernarat.

Los músicos del grupo Kasernarat practicaban un peculiar estilo que ellos mismos denominaban "kinki folk". Incluso, escuchando sus discos resulta complicado hacerse una idea de todo lo que eran capaces de lograr en sus impagables directos. Tras debutar con el disco "Kasernarat" (2012), la banda guipuzcoana fue creciendo, logrando diversos premios en varios certámenes de música rock. Ya en 2014, la banda gipuzkoana grabaría un single, “Inoiz izan ginena”, y una sesión completa para "Elkar estudioa sesioak", un añorado programa televisivo de Hamaika Telebista. Tras publicar su segundo trabajo, “Okerreko bidetik” (2015), la banda Kasernarat diría adiós actuando, por última vez, dentro de los locales de la asociación cultural Hazia Kultur Elkartea (Irun). Ocurrió el 29 de enero de 2016... Agur bero bat!!

Por suerte, la intrepida exvocalista de Kasernarat, Eneritz, no ceso en su carrera musical. Esta artista vasca suele actuar bajo el nombre de Eneritz Furyak y, aunque suele tocar la guitarra y la acordeón, también le gusta trastear con cualquier tipo de instrumento musical, desde ukeleles hasta sintetizadores. El muy recomendable primer disco de Eneritz Furyak en solitario se titularía "Eneritz Furyak" (2017) y fue masterizado por el veterano productor vasco Jonan Ordorika, el hermano pequeño de Ruper. El cuco segundo álbum de Eneritz sería "Emadan" (2021). Además, Eneritz Furyak ha recibido varios premios en el ámbito literario, incluso, escribiendo en lengua gallega (“O peixe conxelado”). Paralelamente, Eneritz ha sido coparticipe de otros proyectos rockeros, como los impulsados por las bandas Nortasun Galduak y Astindu Oi!

Cruzando ya el puente fronterizo sobre el rió Bidasoa, en el popular ambiente del gaztetxe de Hendaia, nacería Skunk, uno de los combos más enérgicos y representativos de la escena ska y punk de Euskal Herria. La larga y trabajada carrera de los irrepetibles Skunk se puede resumir en varios singles, directos y seis discos alucinantes, "Eh beh, ze pasatzen da?" (1996), "LanKKtalo" (1997), "Enbata" (1999), "Skunk #1" (2000), "Kinki" (2002) y "Giltzak" (2004). Después, influidos por el potente tsunami post rock de Bidasoaldea y el auge de escena post core norteamericana, varios miembros de Skunk y del grupo Monarch unirían sus fuerzas para formar otra gran banda euskaldun, Willis Drummond. Hasta hoy, su legado musical incluye un puñado de discos de lo más interesantes, “Anthology” (2007), “Willis Drummond” (2009), “Istanteak” (2011) o "A ala B" (2012). 

Cuatro años más tarde, y tras ofrecer casi 200 conciertos, la banda vasca Willis Drummond reaparecería con el potente “Tabula Rasa” (2016), su quinto álbum de estudio grabado junto al productor Burke Reid (The Drones) y "Zugzwang" (2019). Aunque la formación del grupo Willis Drummond ha variado tras la marcha del señor Rafa, su base rítmica sigue imparable y las guitarras han alcanzado nuevas y diferentes direcciones rockeras. Paralelamente, el señor Jurgi Ekiza, vocalista y guitarrista de Willis Drummond, lanzó un disco en solitario bajo el nombre artístico de Ekiza, “bH036-LP” (2016). En este disco Ekiza explora ritmos bastante más pausados. Seguidamente, este inquieto músico vasco grabaría un cuco directo, "Ekiza. 2016/IX/04. Amanita Studio" (2017) y "Etxeko lanak" (2019).

Remontando el río Bidasoa, los
habitantes de la pequeña localidad de Bera (Navarra) han gozado en estos últimos años de una llamativa cantera musical. La lista de músicos locales nacidos en Bera resulta de lo más variopinta, englobando a estupendas bandas de rock, como Borrokan, Petti & Etxeko Uzta, Joseba Irazoki, Ameba, Gutariko Bat, Noise Hole, Onddo, Mikel Irazoki, Fernando Irazoki, Joseba B. Lenoir, Agara, Estitxu Pinatxo, Zup, On Benito, SextySexers, Azken Trena, Do, Zakillers, Mutürbeltz, Mugaldekoak... El motivo de este más que envidiable esplendor artístico reside, sin duda, en el buen hacer de la Escuela de Música de Bera, en el impacto sonoro del pequeño festival experimental ERTZ y en el apreciable gusto musical de determinadas tabernas y bares del pueblo. También debemos resaltar las facilidades que han dado desde el propio ayuntamiento de Bera a muchos de los creadores locales para acceder a dignos locales de ensayo. Un ejemplo, la antigua Aduana, un espacio rodeado de bellos bosques, justamente, en la antigua frontera entre Nafarroa y la zona de Iparralde. Sin ir más lejos, aquí es donde ensaya el gran Joseba Irazoki y otros músicos de Bera. Un cuco local donde suelen juntarse para crear nuevas melodías.

También la presencia de varios estudios de grabación, como Atala o MIK, ha contribuido a ampliar el llamativo ambiente creativo y musical de Bera. Ya su mera existencia posibilitó la llegada al municipio navarro de veteranos artistas vascos, como Xabier Montoia, antiguo vocalista de los irrepetibles M-ak. Tras presentar su primer álbum en solitario, "Beti oporretan" (1995), Montoia se trasladaría hasta la villa de Bera para poder grabar en los estudios MIK sus tres siguientes discos, el muy reivindicable "Hemen" (1997), el elegante "Lagunak, adiskideak... eta beste hainbat etsai" (1999) y el minimalista "Ni ez naiz Xabier Montoia" (2001). La prolongada estancia del respetado Xabier Montoia marcaría a toda una generación de jóvenes músicos de la zona, como los hermanos Telletxea (Igor e Iñigo), el inquieto Joseba Irazoki o al propio Petti. Tras curtirse acompañando a Xabier Montoia en varias de sus giras, algunos de estos jóvenes fundarían tiempo después sus propias bandas de pop, como Onddo, un combo local que debutó con un apreciable disco pop, "Onddo" (2001) u Etxeko Uzta.

El siempre inquieto Juan Luis Perez Mitxelena, más conocido como "Petti", es uno de los más sólidos puntales de la cantera rock surgida en la villa de Bera (Navarra). Disco a disco, el señor Petti ha ido cosechando algunos de los mejores momentos de la reciente escena musical del País Vasco. Petti ha sabido conjugar melodías folk, rock y blues y, en cada nuevo paso, se ha ganado su propio espacio gracias a su enorme carisma, a su voz profunda y a su indudable talento creativo. Cualquiera de sus trabajos resultará del agrado de cualquier oyente novel con criterio, ya que la discografía de Petti empieza a ser bastante muy extensa, una prueba, "Amets bat" (1999), "Arrazoiak" (2001), "Anari ta Petti" (2003), "ON" (2007), "Awañak" (2008), "Barrence Whitfield eta Petti & The Bloody Hotsak" (2009), "Xabi ta Petti" (2012), "Astirtitan" (2014) o "Bonberenean zuzenean" (2018). Bien acompañado por el grupo Etxeko Uzta (en euskera, "La Cosecha de Casa"), una superbanda formada por seres afines, como Iñigo Telletxea (bajo), Joseba Irazoki (guitarra), Igor Telletxea (batería) o Fernan Irazoki (bateria), Petti ha legado dos de los mejores discos de la escena vasca actual, "Petti & Etxeko Uzta" (2002) y "Hotzikarak"(2016). Ya en 2020, Petti presentaría un cuco artefacto cultural realizado junto al escritor vasco Harkaitz Cano, "Manipulazio estrategiak" (2020), que parte de reflexionar sobre un conocido estudio de Noam Chomsky, "Las 10 estrategias de manipulación mediática". Publicado por el colectivo artístico Zart, dentro del disco Petti nos ofrece 11 cortes donde remezcla poesía de autor con blues rock, folk y bossa.
 
Petti dio sus primeros de pasos musicales dentro de Noise Hole, un grupo rock liderado por el desaparecido músico Fermin Iraola. La carrera de Noise Hole arrancó poco a poco, haciendo versiones de famosas bandas, como Ramones, Neil Young o Radio Birdman, hasta que, por fin, lograron editar su primer disco, “Zuloaren itzala” (1994), que contenía algunos excelentes temas propios llenos de garage rock y audaz power pop en lengua vasca. Fermin Iraola fue uno de mayores agitadores de la escena rockera del Bidasoa, fue profesor de guitarra y miembro varios grupos euskaldunes, como OK Korral o Labanak.  El 26 de noviembre de 2011,
al año siguiente de su fallecimiento, se organizó un gran festival en honor de Fermin Iraola en la villa de Bera. Varios exmiembros de Noise Hole, Raul Garcia y Beñardo Goietxe, crearían después otra interesante banda rock vasca, Mugaldekoak (en euskera, "Los Fronterizos"). Conjugando música y poesía, el primer disco del grupo Mugaldekoak, "Biziago sentitzeak dakarren muga inguruan" (2006), lucia composiciones cercanas al folk, blues y country rock. 

El segundo disco de Mugaldekoak, "Begiak lekuko" (2012), resultó una antología en euskera de varias obras de artistas tan populares como Bob Dylan o Leonard Cohen. En 2017, este estupendo grupo de Bera ha presentado "Galdemoduen trilogia" (2017), su tercera referencia donde reunen 16 temas con ecos diversos, como folk inglés (“Bi kopa”), rockabilly  (“Onddo bila”), baladas tex mex (“Orabideko errekako balada”), blues del Mississippi (“Emazteki langilea”), el gran Tom Waits (“Hurrup!”), Pascal Comelade (“Nire balentriak ez bezala”) o spoken word (“Astro-H”). Todos los textos del tercer disco son obra del vocalista Edu Zelaieta, excepto la canción "Mapa", que adapta un poema de la escritora polaca Wislawa Szymborska.

Sin duda, Joseba Irazoki es otro formidable representante de la brillante escena rock surgida en Bera. Como multi instrumentista inquieto, Joseba ha colaborado con decenas de artistas estatales en estos últimos años, desde Atom Rhumba, Duncan Dhu o Petti hasta Mikel Erentxun o el genio asturiano Nacho Vegas. Paralelamente, Joseba Irazoki ha ido desarrollando también una fructífera carrera en solitario. Existe todo un universo recogida y escondido dentro de obras tan peculiares y tan atrevidss como "Irri eta solas" (2004), "Gizona zakur egin zen" (2005), "Olatuetan" (2006), "Folk me, laztana" (2007), "Pobre gara" (2007), "On Benito" (2009), "Euria ari du" (2010), "Oso banda" (2012), "Joseba Irazoki eta lagunak" (2014) o "Zu al zara?" (2018). No sobra ninguna, todas son recomendables para cualquier aficionado con un interés abierto o cultivado. Otro Irazoki, Daniel, forma parte de Satelitik, nueva banda local con un cuco disco en el marcado, "Baratzin" (2018).


No podemos marcharnos de Bera sin hacer mención a dos bandas locales tan potentes como Borrokan o los SextySexers. Los primeros han ampliado la senda del post-rock euskaldun editando hasta la fecha tres discos memorables, "Borrokan" (2002), "Hitzez ulertu ezin dudana omendu nahi nuke. Oraintxe!" (2007) y "Zuak" (2014). Los segundos se suelen orientar más hacia terrenos fermentados por el blues y el hard rock de gran octanaje. SextySexers han presentado ya tres discos tan sumamente recomendables como "Iluntze berri baten bila" (2006), "Urkamendi blues" (2007) y "Hero mantra" (2009). Paralelamente, el guitarrista de SextySexers, Joseba Baleztena, iniciaría una interesante carrera en solitario bajo el sobrenombre artístico de Joseba B. Lenoir. De este modo, este artista navarro ha firmado varios trabajos bastante interesantes para cualquier oyente novel, "Tenpesta" (2013), "Eguzkiari begietara so" (2016) u "Instroak. Vol. 3" (2019).


A medio camino entre Bera y la vecina localidad de Sara brotaría un grupo rock llamado Sorotan Babies. Este potente combo, formado por Liam (guitarra), Xan (guitara), Iñigo (bajo), Iñaki (batería) y Xabier (voz), también enriqueció la escena local esparciendo semillas de post hardcore con tintes de metálicos a través de un par de registros discográficos de gran calidad, "4 Dimentsio" (2011) y "Eskema" (2017). Y siguiendo hacia el interior de Nafarroa, en la villa de Amaiur, en pleno valle de Baztan (Navarra), verían nacer a Pantxo Etxebere, cuyo nombre artístico responde al hermoso Pottoka. Aunque Pantxo "Pottoka" es pastor de ovejas, fue tras ganar una guitarra eléctrica y un bafle en un sorteo, cuando se convirtió en uno de los cantautores vascos más peculiares de toda Euskal Herria. Artista único, autodidacta pero dotado de una voz muy característica, Pottoka debutaría con un disco colectivo que homenajeaba al veterano músico euskaldun Mikel Laboa, "Txerokee, Mikel Laboaren kantak" (1990). 

Unos mese más tarde, Pottoka compartiría otro estupendo álbum junto a tres bandas vascas más, "Julio Kageta/Kiowak/Pottoka/SS-77" (1990). Un día, el sello navarro GOR se fijó en él y publicó el primer trabajo de Pottoka, un animado EP llamado "La revoluzione della tradizione" (1992. Tiempo después, y al frente de la banda punk Otsondo 602, Pantxoa grabaría "Otsondo 602" (1996), un mini álbum con seis temas donde se versionaba a si mismo varias veces ("Herri puta maitea" y "Martxa, neskak eta 68ºko edariak"). El resto de los temas fueron joyitas como "Nora zoaz", "Agur herria", "Jai" o "Kaliforniatik". La cuca portada llevaba la firma del dibujante navarro Asisko Urmeneta... Eta ez ukitu frute!!

Seguramente, inspirados por las andanzas de Pottoka, los miembros de Ufestuek, joven combo de Elizondo (Navarra), continúan por la misma senda punk rock con eternas ganas y solvente firmeza. Tras editar "Lanari mus" (2004), Ufestuek regresarían a la escena algo renovados, pero cargados de letras euskera crepletas de humor ácido y critica social. Sus dos discos "Faxismoaren harra" (2011) y "Zilo beltza" (2014) fueron testigo de ello. Otros golosos productos sonoros brotados en la zona de Baztan serían obra del grupo Kaskezur (en euskera, "Cráneo"). Las inquietudes sonoras de esta formidable banda navarra se resumen en discos tan chulos como "Itzulera kapsularik gabe espaziora bidalitako azken zakurrak" (2008), "Gure jokua" (2010) "Ilgora" (2013), "Azpisugeak" (2017) o "Ihesi doaz animaliak" (2019). Un lujazo para cualquier buen aficionado al rock & roll... Biba zuek!!


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