lunes, 8 de agosto de 2016

GUIA DE INTRODUCCION AL ROCK EUSKALDUN

Iñigo Muguruza, in memoriam
 


                                          "Me gustaría visitar Euskal Herria, 
                            pero nadie me ha llevado hasta allí arriba, 
                                tengo un disco de canciones en euskera 
                                         que despierta en mi esa fantasía..."

                                                           Julio Bustamante
                                                                 "Sur del Corazón" (1999)  


CAPITULOS

01.  LA PRIMERA VEZ

02.  BIDASOA, MON AMOUR
03.  ANDOAIN, MIKROKLIMA PUNK
04.  ¿DONDE RAYOS ESTA LAUDIO?
05.  POR EL CAMINO DE LA COSTA
06.  IRUÑA FOR KATAKRAK
07.  EN VITORIA/GASTEIZ, DONDE HACEN LA LEY
08.  ARDE RIBERA!
09.  IPARRALDE, EUSKADI NORTE
10.  GERNIKA VOLVERA A ARDER
11.  EN EL MATADERO
12.  DESDE SANTURTZI A BILBAO...
13.  PERLAS Y DIAMANTES
14.  AGUR, ETSI DUT!




Los grupos de rock surgidos en la zona de Euskal Herria/País Vasco (Europa) conforman un conglomerado artístico bastante disperso, pero, en muchos aspectos, resulta sorprendentemente creativo. Muchos de estos grupos están integrados dentro de un circuito musical casi autosuficiente. Es un circuito muy pequeño y local, pero es tan eficaz que facilita que muchísimas rockeros vascos puedan subsistir a lo largo del tiempo a pesar de no tener la más minima repercusión fuera de Euskadi Sur (CAV+Navarra) o de Euskadi Norte (País Vasco Francés). Aunque, curiosamente, algunos combos euskaldunes han logrado una buena acogida en lugares tan remotos y lejanos al Estado Español o Francés (especialmente en tierras de Latinoamérica, Japón y Europa central).

Tras la derrota sufrida durante la Guerra Civil Española (1936/1939), cientos de artistas vascos tuvieron huir y exiliarse lejos de su hogar. Esto provocaría un largo y oscuro periodo de sequía sociocultural en todo Euskadi Sur, donde las autoridades franquistas llegaron a prohibir la enseñanza del euskera (la lengua vasca) y de su cultura. Tampoco en Euskadi Norte las cosas fueron fáciles ya que, entre 1941 y 1945, sufrieron la ocupación del ejército nazi y la peligrosa presencia de la Gestapo, aliados directos de la
dictadura del general español Francisco Franco al otro lado de los Pirineos. A pesar de estas desventuras, en la década de los 60 del siglo XX emergería con inusitada fuerza una nueva generación de jóvenes cantautores que, de cantar al paisaje rural vasco y a la vida cotidiana, pasaron a usar su música como otra arma más en contra del ya agonizante régimen militar en España. Sin duda, los siguientes años 70 serían los tiempos más vivos para la canción protesta, aunque también existieron orquestas y conjuntos de pop ye-ye euskaldunes que, subterráneamente, se atrevieron a sortear a la censura adaptando conocidos hits de artistas pop anglosajones, como Sandy Shaw, al euskera.

Fueron los añorados artistas vascos como Mikel Laboa, Xabier Lete, Lourdes Iriondo y los integrantes del colectivo Ez Dok Hamairu los que impulsaron en su tierra buena parte de la perseguida cultura euskaldun siguiendo la senda de conocidos cantautores y músicos latinoamericanos, como Victor Jara o Violeta Parra. Así pues, tras la muerte del dictador Franco en 1975, una supuesta idea democrática empezó a abrirse en Euskadi Sur. Y la oscura censura, la represión cultural y las tensión políticas disminuyeron suficientemente para que nacieran las primeras bandas de rock en euskera (Itoiz, Koska, Enbor, Errobi, Oskorri o el ahora muy respetado solista Ruper Ordorika). Fueron tiempos de moda para los denominados grupos de rock sinfónico y folk progresivo.
Pero, a comienzos de la década de los 80, un nuevo terremoto sonoro irrumpió desde Gran Bretaña. El punk rock tocó tierras vascas y germinó toda una oleada de poderosos conjuntos de punk fiero y directo. Aquel primerizo punk con label vasco resultó bastante nihilista y antitodo, ya que estaba alimentado por músicos muy jóvenes, cuadrillas de chavales con ganas de gritar desde los barrios obreros más populosos y calientes del País Vasco.


En 1983 se organizó un seminal festival de rock en Tudela (Navarra) contra de la entrada de España en la OTAN. Aquel evento social y musical sirvió para que los responsables de un pequeño sello navarro llamado Soñua (José Mari Blanco y Mariano Goñi) acuñaran el célebre término Rock Radikal Vasco. Esta etiqueta fue muy criticada pero, a la larga, resultaría exitosa a casi a escala mundial. El RRV lograría el apoyo entusiasta de cientos de fans, fanzines, radios libres y casas okupas vascas (gaztetxes) que brotaron a la par por todos los rincones de la Euskal Herria más rebelde. Estos fenómenos populares impulsaron la salida de nuevos sellos discográficos que reforzarían aún más a la joven, pero pujante escena punk vasca (Discos Suicidas, IZ Diskak, Basati Diskak u Oihuka). Aunque, también es cierto que, varios de estos sellos venían reconvertidos de géneros musicales como el pop o el folk euskaldun más clásico.

En aquellos frenéticos años 80 una parte del sector político más radical y abertzale estuvo muy hábil y supo atraer e impulsar con enorme dinamismo al creciente tsunami punk y juvenil euskaldun. La carrera de míticos grupos de rock vasco, como Kortatu, Baldin Bada o RIP, se avivaron, aunque en lo estrictamente musical la etiqueta RRV no estaba muy definida, ya que agrupaba casi de todo, desde bandas que practicaban punk rabioso hasta bandas  de sonido rock urbano, pasando por combos tropicales de ska y reggae, o furiosas combinaciones de ambos estilos jamaicanos. Excluidos de este gran movimiento social y musical se situaron otras propuestas musicales, recomendables para cualquier oyente novel que lea esta introducción improvisada. La lista de artistas y bandas en aquel momento es interesante y engloba a disidentes antitodo, como los irrepetibles Eskorbuto, a buena parte del sector más popero y euskaldun, liderado por los exitosos miembros de Itoiz, a aquel curioso fenómeno local llamado euskalbilly, que daría cobijo a OK Korral, Kiowak y Labanak, o a propuestas algo más folk y progresivas que funcionaban a tope desde mucho antes del nacimiento del RRV, como Oskorri, Mikel Laboa o el conocido bardo de Orio, el señor Benito Lertxundi.


Con el avance imparable de la década de los 80, la furia primitiva del Rock Radical Vasco se fue apagando lentamente, como la vida de muchos de sus protagonistas. Pero nuevas propuestas rockeras se abrieron paso por los caminos sonoros más barrocos. De hecho, a comienzos de la década de los 90
brotó una nueva hornada de grupos de rock euskaldun que destilaba una enorme creatividad musical. Inspirados por la senda abierta por Esan Ozenki Records, el sello del famoso grupo Negu Gorriak, empezaron a ver la luz algunos de los mejores discos de la historia de rock vasco. Fue el fruto del duro trabajo de proyectos tan mestizos como Danba, Skunk, Deabruak Teilatuetan, Lin Ton Taun, BAP!!, Anestesia, 2Kate, DUT, Etsaiak o Kashbad. Por otro lado, el heavy metal euskaldun reven completamente, agitando al viento las greñas de miles de jóvenes borrokas.

También nacieron un par de escenas de sonidos cercanos al indie y al noisepop, como el denominado Getxo Sound (escena liderada por bandas como El Inquilino Comunista) o el Iruña Sound (con los reivindicables Desoreka al frente de la movida). En cambio, en la zona de Donostialdea se daría forma a una corriente pop que a podría ser visto como el renacer del Donosti Sound de inicios de los 80. Nacieron combos tan elegantes como Le Mans, El Joven Bryan, Daily Planet o aquellos chispeantes La Buena Vida del comienzo. También en esos agitados e insumisos años 90 se produjo, lamentablemente, la despedida final de grupos de rock fundamentales en la escena local, lease, los Delirium Tremens, Zarama, Cicatriz o los irrepetibles Hertzainak.

En la actualidad, la herencia del Rock Radical Vasco sigue teniendo un merecido y sentido poso dentro de la escena rock del País Vasco. Pero, aunque las nuevas generaciones asumen el legado sónico de aquella rebelión política y sonora, lo sintetizan a través de novísimos medios digitales. El rock & roll tiene todavía un gran tirón en Euskal Herria, pero no es menos cierto que, la actual variedad de propuestas en euskara (lengua vasca) es, llamativamente, alta. Sellos discográficos de renombre, como Esan Ozenki o Metak, han desaparecido con el paso del tiempo, pero pequeños sellos como Bidehuts, Biga Biga o Mauka han cogido el testigo para ir alimentando la escena euskaldun. Aunque sellos clásicos han resistido milagrosamente (GOR, Oihuka, Agorila), actualmente, la autogestión discográfica es la norma general para la mayoría de los artistas vascos. Es cierto que la desidia institucional apesta tanto como siempre y que no faltan retazos de oscura censura y de recortes económicos, pero el amplio abanico de estilos sonoros lo compensa. La actual escena musical euskaldun está regada de bandas de power pop, rap, ska punk, afrobeat, rebel folk, metal extremo, electro pop, heavy rock, americana, reggae... Solo hay que entrar sin miedo y dejarse llevar... Biba zuek!

POR EL CAMINO DE LA COSTA


"Santurtzitik goizez irtenda 
Donibane Lohitzunerantz, 
farre eta kitarren artean,
 furgoneta zahar honetan..."


El camino de la costa vasca ha sido recorrido por cientos de grupos de rock euskaldunes durante décadas. Tanto los músicos que iban a actuar en la zona Iparralde (el País Vasco francés), como los que circulaban en sentido inverso. Todos esos conjuntos habrán pasado horas y horas dentro de sus abarrotadas furgonetas, viajando apretados entre sus instrumentos y bafles, componiendo canciones nuevas, cantando, contando chistes, riñendo, tirandose pedos o peleándose a ostia limpia por cualquier rencilla personal. Los miembros de Zarama, mítica banda rock de Santurtzi (Bizkaia), dedicaron una de sus más pegadizas canciones, "Kostako bidea" (El camino costero), a este espacio geográfico en concreto. "Guztiok kostako bideaaan, barre eta kitarren arteaaaan, mendi eta hondartzetan barrenaaaa... Sopelatik Bakiora, eta Bermiotik goaz Lekeitiora, Ondarrutik Getarirarte, Pasai Antxotik Hontzarbiraaaa!!"

Zarama fueron unos pioneros del punk rock cantado en lengua vasca. De hecho, el inmortal Josu Expósito, antes de fundar a los célebres Eskorbuto, estuvo un tiempo curtiendose dentro de las filas de estos colegas y paisanos de Santurtzi. Aunque los miembros de Zarama (que en euskera significaría "Basura") tuvieron una clara y muy notable evolución musical con los años. Como los vitorianos Hertzainak, Zarama comenzaron cantando a grito pelado, lanzando ráfagas de punk incendiario con letras en euskera repletas de realismo sucio y crítica política, pero sin renunciar a meter toques de humor ácido. Los dos primeros discos de Zarama, "Indarrez" (1984) y "Gaua apurtu arte" (1985), captan muy bien la urgencia de aquel momento en Euskadi. Roberto Moso, el intrépido vocalista del grupo, escupía frases muy directas, alucinantes y nerviosas como las de "Edan ase arte", "Mertzenariak" o "Ezkerralde"

Ya en los siguientes discos de Zarama, "Dena ongi dabil" (1987) y "Bostak bat" (1989), se reflejaba cierta madurez creativa. Aunque la tensión punk se fue rebajando, la ambición compositiva de la banda vizcaína aumentó de forma considerable. Y con sus dos últimos trabajos, antes de su primera separación, Zarama marcarían una cima dentro de la escena rock euskaldun. En las canciones de "Sexkaletrik" (1992) y "Binilo bala" (1994), el oyente novel encontrará suficientes motivos para seguir profundizando en la escena vasca. Al igual que la banda Hertzainak, con la experiencia adquirida con los años, los miembros de Zarama fueron pivotando cada vez más sobre sonidos más pop rock y elegantes. Con la entrada de un brillante teclado, Zarama llegarían a componer baladones como "Urtain", en memoria del malogrado boxeador vasco José Manuel Ibar. Después, Roberto Moso publicaría un libro llamado "Flores en la basura/Loreak zaraman", donde relataría la agitada trayectoria del grupo y las desventuras de una generación entera de vascos marcados para siempre y a fuego por la reconversión industrial, el auge del punk y el abismo abierto tras la calculada introducción de la heroína en Euskal Herria. (http://floresenlabasura.blogspot.com.es)

También en el área de Santurtzi surgirían otros interesantes grupos de rock euskaldun, como Urrezkieta Konexion, Ekintza o los Izaki, una banda que plasmaría sus vivas letras en un par de discos, como "Hogeita hamabi minutu" (1995) o "Eta kitto!" (1996).  El antiguo teclista del grupo  Zarama, el señor Joseba Lafuente, fundaría Urrezkieta Konexion, otro grupo de rock euskaldun en compañía de varios músicos procedentes bandas como Keats o Aker Beltz. Con su curioso nombre, los músicos de Urrezkieta Konexion homenajeaba a un héroe local, Lezo Urreiztieta Rekalde. Nacido en Santurtzi en 1907, el joven Lezo fue detenido por su acción política abertzale en 1934. Tras evadirse de prisión, Lezo logró cruzar la frontera con el País Vasco francés. Desde allí, durante la sangrienta Guerra Civil española (1936/1939), Lezo prestaría destacados servicios tanto al bando republicano y como al Gobierno Autónomo Vasco, suministrando de contrabando medicinas y armas adquiridas en Europa.
 

Aunque la fiesta anual del Ibilaldia, celebrada en la localidad de Trápaga (Bizkaia) en 1996, dio la primera oportunidad a Urreztieta Konexion, la banda no editó su primer disco hasta cuatro años después. Fue la discográfica vasca Gaztelupeko Hotsak la que puso en circulación "Urreztieta Konexion (2000), una producción bastante digna. "No somos complicados, ni vamos de originales. Simplemente queremos hacer algo divertido y que suene fresco. La idea es que la gente se pueda divertir con nosotros como nosotros nos divertimos tocando". En ese debut se aprecian elementos de todo tipo, rock, pop, funk, ska o folclore vasco. Era una auténtica macedonia sonora que se completaba con un bonus track con seis temas maqueteros. Dicha maqueta era un CD autoeditado por ellos en 1996 y que no querían dejar olvidado. "Editar un disco es fácil, pero vas muy mal si se trata sólo de eso. Hay que hacerlo en condiciones, con un apoyo más o menos fuerte por detrás. Hacer un proyecto serio... Por eso hemos esperado un poco más".

Siguiendo por el camino de la costa, entre la zona de Algorta y Mungia, han ido brotando grupos de rock euskaldun tan interesantes como NUN, Itziarren Semeak, TOC, Broken Bihotz, Póg Mo Thón o la jovencísima banda Belako, sin duda, uno de los combos vascos con más proyección internacional en este momento. Con tres buenos discos en el mercado, "Eurie" (2013), "Hamen" (2016) y "Render me nunb, trivial violence" (2018), Belako ha pasado de actuar en las fiestas del barrio de Mekoleta de villa de Otxandio (Bizkaia) a salir de girar por medio planeta. Aunque suelen cantar en ingles, algunas de las composiciones también expanden su magnético pop en euskera (lengua vasca). El grupo Belako se juntó para ensayar por primera vez en una antigua fábrica de metalurgia del abuelo de dos de sus miembros, los dos hermanos Billelabeitia, Josu Ximun (guitarra) y Lore (bajo). La fábrica estaba en el barrio de Belako (Mungia).  

Tanto les gustó ese nombre que los chavales de Belako se lo apropiaronPor su etimología en euskera, “Belea” puede significar “Cuervo”, por ello, se podría traducir el nombre de Belako como "Nido de cuervos”. El grupo Belako se completa además con la estupenda  voz de Cristina (teclados y voz) y el buen hacer de Lander Zalakain (batería). En una entrevista, Lore señalaría como inductores del grupo a su propio padre, el fotógrafo vasco Iñaki Billelabeitia, y a Aitor Abio, el animado teclista del grupo PiLT. "Aitor siempre nos ha ayudado mucho. Consiguió que diésemos nuestros primeros conciertos prestándonos todo el material que nos hiciese falta. Y, si no hubiese insistido en grabarnos una maqueta, no estaríamos donde estamos ahora". Paralelamente, Josu Ximun también milita en una incipiente banda de rock euskaldun llamada Lukiek. Su primer disco se titula, simplemente,  "Lukiek #1" (2019).

Por desgracia, menos éxito comercial cosecharon los muy reivindicables trabajos de NUN, otra estupenda banda local de rock profundo y euskaldun. Con la poderosa voz de Aitziber Omagogeaskoa al frente, el grupo NUN grabaría un par de potentes discos, "Maketa" (2002) y "Collage" (2006). En ellos lograron dar vida a un efectivo choque sonoro, salseando entre la angustia de sus letras existencialistas y la intensidad del post rock dentro de sus intensas melodías rockeras. Años después, tras pasar por el grupo The Great Barrier, la rubia vocalista Aitziber Omagogeaskoa fundaría Oma_Go, un proyecto algo más personal al lado de musicos como Iñigo Larrazabal, (guitarra) y Oier Aldekoa (bajo y teclados). Su primera referencia es un cuco EP con cuatro temas de pop electrónico cantados en euskera y castellano, "Oma_go" (2019).

Otro joven grupo de Mungia son los chavales TOC, cuya primera referencia discográfica fue el single "Enemies" (2018), grabado con la ayuda técnica de Javier Letamendia, exbatería de los celébres El Inquilino Comunista. Siguiendo la senda abierta por los desaparecidos Ama Say, es decir, los miembros de TOC también mezclan euskera e ingles en sus letras y, además, añaden muchas buenas melodías a sus estallidos punk rockeros. Como curiosidad, durante sus animados conciertos de TOC, el guitarras y el bajistas suelen intercambiar sus instrumentos, al igual que el cantante y el batería. Su segunda referencia es "Badau" (2019), un EP que contiene cinco cortes muy chulos, como "Begire zauz bile"o "Ispilu". También hay que descatar los animados videoclips de este grupo vasco, como "Zaratak saltzen" ideado por la artista Maria Casanueva, o el videoclip "K" donde actua su paisana Lore Billelabeitia, es decir, la bajista de Belako.

Ya en una clave sonora mucha más cercana a estilos como el ska, la banda Itziarren Semeak daría sus primeros gracias a la labor de una plataforma alternativa local, MusikHerria. Con el tiempo, este inquieto grupo de Mungia lograría sumar a su causa a una afición muy fiel y entregada. La frescura de discos como "Itziarren semeak" (2008), "Dale candela" (2012) o "Revolta" (2014) resiste bastante bien al imparable paso del tiempo. "Cuando empezamos no pensábamos en nada más que en dar un concierto en casa, en Mungia. Después tocamos en Bilbo. Todo ha ido así, poco a poco. La mayoría de los grupos que se juntaban en el local con nosotros ahora ya no existen. Al final, te vas dando cuenta que la música supone un gran esfuerzo. Si quieres seguir en esto, tienes que dedicarle tiempo y trabajar muy duro".

Pero, si hay un artista de la zona de Mungia que ha destacado dentro de la escena euskaldun ese es, sin duda, el gran Rafa Rueda. Siendo el principal compositor y guitarrista de la banda Broken Bihotz, un jovencito Rafa editaría el álbum "Desioak izena gradua galtzen duenean" (1992). Después, influenciado por estilos rockeros mucho más duros y metálicos, Rafa Rueda fundaría la banda PiL.T. (o Π L.T), cuyo nombre esta inspirado en un repentino apagón de luz que sufrieron en su local de ensayo. Cuando regreso la corriente los músicos vieron una de sus grabadoras congelada en el minuto 3:14 exactamente. Los miembros de PiL.T. tuvieron una fructífera carrera y, como sus paisanos Belako, despegaron tras lograr el primer premio del certamen de maquetas de Euskadi Gaztea. La banda PiL.T. enriqueció el panorama del rock metal vasco con cinco discazos que sorprenderán al oyente novel más curioso, "Π L.T." (1996), "Denbora" (1998), "Hiru" (1999), "Minus" (2002)  y "Game Over" (2004). 

Paralelamente, el inquieto Rafa Rueda también comenzaría a publicar discos en solitario. Alejándose del rock duro y explorando otras armonías más poperas, su carrera musical sigue avanzando y abarca ya obras tan variadas y elegantes como "Kea" (2003), "Saredun eskua" (2006), "Hauxe" (2006), "Zuhaitz okerretan gora noa" (2008), "Haragizkoa" (2010), "Enaren geometria" (2011) o "Hiri kristalezkoa" (2017). "Tanto el uso de la melodía como el formato de canción son parámetros en los que yo me muevo a gusto. Supongo que también tiene bastante que ver la música que oía en casa de niño. Mis hermanas compraban muchos discos de David Bowie, de Supertramp y cosillas así. Desde siempre he tenido ganas de hacer canciones de ese estilo".

La localidad pesquera de Bermeo ha sido la cuna de multitud de bandas de pop rock, como Hotsaren Ikaraz, Beltzan Blai, Bidxorrak, Urgatz, Addar, Bakelite, Kriston Moroie, OST, Jarri Berton, Münsterland, Tutiliklas, GorriBaltz, Hilzorian y, también, de algunas celebridades locales, como la cantautora Lupe o el rapero Gatom. En los agitados años 70 una jovencísima Lupe participó en casi todos los grandes festivales organizados en Euskadi. En esos años, Lupe grabaría discos y singles tan hermosos como "Txori kantari" (1971), "Bangla Desh" (1972), "Lupe" (1974) o "Kaleak bustirik gelditu ziren" (1978). Hoy en día, son joyitas para coleccionistas, algunas bastante difíciles de encontrar. En cambio, Gatom forma parte de la nueva escena hip hop surgida de la digitalizada Euskal Herria del siglo XXI. Con la ayuda de otros raperos euskaldunes, como la simpática Aneguria, el señor Gatom ha editado eclécticos trabajos sonoros, como "Esnea hil, gazta tiro pum!" (2015) o "Kostako vibes (2016).  

Jarri Berton, un grupo rock de la zona Bermeo, tuvieron una carrera algo más corta que otros. Los miembros de este interesante combo euskaldun solían colaborar con Itsuki Irratia, la radio libre de su pueblo, creando también un fanzine llamado Fanzintsuki. En su día, Jarri Berton lograron incluir su pequeño hit "Askatasuna" dentro de "Hemendik" (1987), un LP recopilatorio con varias bandas vascas de la época impulsado por Radio Euskadi, la radio pública vasca. Poco tiempo después, los músicos de Jarri Berton ficharían por el sello gipuzkoano IZ, publicando con ellos un single con dos cucos temas, "Uko egin gabe" y "Ezin dut ahaztu". Por desgracia, el guitarrista del grupo, Jabier, abandonaría la banda para ganarse la vida como arrantzale (marinero). Tras sufrir este cambio y, aunque planeaban sacar un álbum completo, la banda rock bizkaina diría "agur", disolviéndose para siempre... ¿Dónde andaran aquellos chavales bermeanos hoy en día?

A mediados de los años 90, varios miembros de Bidxorrak formaron OST, uno de los conjuntos más potentes y cañeros de la escena rock metalera y euskaldun. Luciendo ese nombre tan curioso, los OST hacían referencia a un dios de la mitología vasca que vive en los cielos del País Vasco. Con el tiempo, esta banda rockera de Bermeo lanzaría hasta cinco trabajos discográficos que merecen ser escuchados por cualquier aficionado al metal rock más poderoso, "Hitzak-Hotsak" (1996), "Salbuespena" (1998), "Ostinato" (2007), "Inorena ez den lurrean" (2008) o "Bost" (2011). Es difícil definir a OST con una sola etiqueta. Tal vez, el sonico de OST es un rock metal moderno que respeta al rock metal más clásico. Como otros muchos, su música es una especie de licor que se destila bien, a partir de una mezcla de un montón de bebidas sonoras que han saboreado, incluso, fuera del espacio metálico. La última referencia del grupo OST fue "Hitz bardinak/Hots barriak" (2016), un cañero Ep con cuatro temazos. Posteriormente, algunos miembros de OST fundarían otra banda de rock  metal llamada Elizabeltz.

Bakelite es otra apañada banda de Bermeo, uno de los dúos más sugerentes de la escena vasca actual. Esta formada por Sergio, exmiembro de combos como Atom Rhumba o Yogur, y Naiara, excomponente de Stubborn Daughters o los Paniks. «En mi epoca de Stubborn Daughters conseguimos un local de ensayo en Bermeo, en las Josefinas concretamente. Era el lugar en el que ensayaban los grupos del pueblo y, en un breve espacio de tiempo, pudimos dar forma a unas cuantas propuestas sonoras y presentarlas en vivo. Fue una etapa muy breve, pero muy intensa". En los discos de Bakelite las guitarras de Sergio resuelven cada canción con tonos y estéticas bastante diferentes. Tras lanzar un par de singles, este dúo bermeano editarían golosos álbumes como "Azeriak" (2013) o "Zain" (2020).

Avanzando por la costa vizcaína llegamos a Elantxobe, donde surgió The Uski´s, una alegre banda euskaldun que practican surf rock con melodías pegadizas y bailables, al estilo de The Beach Boys. Tras debutar con el disco "Itxosun zarati" (2005), The Uski´s grabarían "Barikun (2007),  "Katuek bezala (2010) o "Tximinotan" (2012). En la cercana localidad de Ea, la denominada Venecia Chiquita, nació Josu Bergara, un formidable cantautor de pop y folk euskaldun. A los doce años, Josu comenzó a tocar el violonchelo y, a los dieciocho, se inició a la guitarra. Aunque a Josu le gustan el sonido de grupos anglosajones como Glen Hansard, Herman Dune o Damien Rice, también declara ser muy fan del señor Benito Lertxundi, el bardo de Orio. Puede afirmarse que los discos de Josu Bergara son una mezcla de sus gustos musicales. Tras lanzar "Karramarroen hiria" (2006), Josu grabaría "Nora zoaz" (2009), el poético "Katiuska gorriak" (2012), "Kanta txikien indarra" (2015) o "Asunak" (2018). En todos sus discos hay pequeños homenajes al pueblo de Ea y a su encantadora gente. ( http://josubergara.eus )

En la localidad de Lekeitio, en el primer piso del viejo gaztetxe, solían ensayar bandas como Zulo, Askatu o Etsaiak, un conjunto clave dentro la escena punk rock euskaldun. Etsaiak comenzaron siguiendo la estela sonora de bandas vascas de punk ya míticas, como RIP, a quienes Etsaiak homenajearían con cariño en varios discos, como "Presoak SOS" (1994), "Gerra zikina" (1995) o "Bakearen guda" (1997). Concierto a concierto, Etsaiak fueron forjando su particular estilo, es decir, un audaz hardcore, muy ecléctico, aliñado por la peculiar forma de cantar del señor Auo. Desde su afilado debut, "Etsaien etsaiak" (1993), hasta el quinto álbum, "Askatasun taupada" (1999), la evolución de este grupo de Lekeitio resultó más que notable, tanto en su sonido, como en su impagable formación. Por las filas de Etsaiak pasarían músicos tan creativos como Keu Agirretxe, Toki Parasma, Iratxe, el joven Apolino o la vocalista Afrika, la cual llegaría a grabar un elegante disco de soul en euskera, "Entzun" (2004) bajo el sello Metak. Tras editar "Zuzenean" (2001), un directo grabado en el Gazte Topagune de Kanbo (Lapurdi), los miembros de Etsaiak han espaciando cada vez más sus siguientes trabajos discográficos, "Kaos" (2003), "Apurtu arte" (2007) y "Bukaeraren hasiera" (2016).

Es difícil que la banda vizcaína Etsaiak alcance de nuevo cuotas tan memorables como "Gerra zikina" (1995), un discazo irrepetible que marcó a fuego a una generación entera de vascos sacudidos por las denuncias de guerra sucia, torturas y la cal viva. Como explicó el respetado medico forense Paco Etxeberria. "Lo de la cal viva fue muy duro, pero, lo más escalofriante de todo este asunto es que ya en democracia, en una ciudad como San Sebastián/Donostia, había un centro clandestino de detención del gobierno español. Lo ocurrido ahí dentro puedes imaginártelo. El resultado final fue asesinar personas y enterrarlas en cal. No hay un delito que más grave que ese. ¿Pero que lo hagan funcionarios con el dinero de todos los ciudadanos? Eso es intolerable... En palabras de organismos como Amnistía Internacional, la tortura se ha utilizado en el País Vasco de manera más que esporádica. Es una verdad incómoda porque los protagonistas están todavía vivos. Hay muchos funcionarios implicados en esto. Y no solo han torturado a etarras. Yo conozco desde periodistas, cineastas, cirujanos hasta empleados de banca y sacerdotes. Es algo repugnante que viene desde la dictadura franquista".

Puede que las circunstancias políticas y sociales en Euskal Herria sean diferentes, pero Auo, Paulillo, Keu, Iñiguito y compañía tienen muchísimo que ofrecer todavía a la escena musical vasca. Un ejemplo, el vocalista Auo aprovechó un paréntesis de los Etsaiak, para crear Pin Pan Pun Band, un potente combo que llevaba hasta el extremo los ritmos de batucada que el joven Toki Parasma había ido colando dentro de los discos de Etsaiak. El grupo Pin Pan Pun Band viajó hasta Cuba para grabar su festivo pero rabioso Ep de debut, "Lehenengo bolumena" (2003). Luego, llegarían "Bigarren volumena" (2004) y "Sistema arrakalatu" (2006), obras ideales para reanimar al oyente novel más deprimido. Recientemente, y bajo el curioso nombre de Etsaiakeroak, el señor Auo ha impulsado un nuevo proyecto punk rock. Sus primeros zarpazos sonoros llevan por titulo "Naufragoak" (2016), "Lur errebeldean" (2017) o "Antisozial" (2019).

Por su parte, el carismático batería del grupo Etsaiak, Paulillo, puso en marcha otra interesante banda, Nök, editando con ellos un potente disco que te sacudía fuerte en el mentón, "Dbkatuak" (2004). Dentro de esta nueva propuesta rockera, la pareja Podri y Laila se complementaba para ir cantando los afilados textos firmados por el señor Paulillo. "Nuestro idioma materno es el euskera, pero como todo el que vive en Euskadi Sur, estamos, queramos o no, influenciados por el castellano. Es como ser anticapitalista pero verte obligado a vivir en el capitalismo. Contradicciones de la vida. Quisiéramos una Euskadi donde se respete, proteja y potencie el euskera, la lengua mas antigua de Europa y en peligro de extinción... Por eso mismo luchamos"

También el guitarrista del grupo Etsaiak, Iñiguito, aprovecho el tiempo para fundar y liderar a los Txapelpunk, una banda que reafirmaba y avivaba con orgullo los orígenes más punkarras de Etsaiak. Mezclando letras en euskera y castellano, el grupo Txapelpunk ha editado discos tan acelerados y populars como "Txapelpunk" (2000), "Bla, bla, bla, bla, bla. Stop" (2002), "Tonto el ke lo lea" (2004), "Vaya full" (2009), "Krem de la krem" (2012), "Los mejores de los peores" (2014), "Punkaren semeak" (2015), "Betty Rockanroll" (2017 ) o "Zorionak nire partez niretzako" (2018). Por su lado, Afrika Bibang, la inquieta corista de Etsaiak, daría rienda suelta a su creatividad y a su vena más soul y electro en obras tan recomendables como "Entzun" (2004), o los nuevos e inesperados "Nomada" (2019) y “Ispiluaren aurrean” (2021).

Otras buenas bandas de la zona de Lekeitio podrían ser Nabil, los raperos G.A.Z Limbo, Peputz, Haustura o los chavales de Mitosia, una banda de thrash metal con potentes referencias discográficas en el mercado, como "Meiosia" (2010) o "Tabula" (2014). También Lekeitio fue cuna de los eternamente añorados Ume Gaiztuak (en castellano, Chicos Traviesos), un vigoroso grupo de punk rock surgido a comienzos de los años 90 de la mano de Jokin Erdozia, exmiembro de los primeros Etsaiak, Apraiz (batería) y Portu, el eterno bajista de los míticos RIP. Pese a no hablar euskera con fluidez, el carismático Portu dejaría grabada para la eternidad una estupenda maqueta, "Ume Gaiztuak" (1993), compuesta por un puñado de éxitos inmortales, como "Ttipi ttapa", "Palestina", "Sasikumeak" o "Ume gaiztuen festa". Sin duda, los punteos y los riffs de la guitarra, el eco atronador del bajo, la potencia de la batería y el acoplamiento entre la voz principal y los coros, hacen de esta cuca demo, un disco imprescindible en la escena rock euskaldun de finales del siglo XX.  

Sin duda, las canciones de Ume Gaiztuak estan forjadas con un material creativo y combativo que realzará el ánimo libertario de cualquier oyente novel. Son temas animados que levantan la moral y comprometen a la militancia más activa. Tras la prematura muerte del señor Portu, la banda Ume Gaiztuak editaría otra demo más, "Testamentua" (1998), siendo Iñiguito Txapelpunk el músico elegido para sustituir a su idolatrado Portu en la grabación final. La maqueta "Testamentua" contenía trece temas a modo de "testamento" artístico del grupo vizcaino. Años después, en noviembre de 2001, se celebró en Lekeitio un gran festival en memoria de Jokin, fallecido apenas unos meses antes. Cuentan que fue una fiesta inolvidable, donde amigos, familiares y cientos de fans de Jokin y Portu cantaron unidos canciones de RIP, Etsaiak, MCD, Puñetazo y, por supuesto, Ume Gaiztuak... Goian bego!!

Siguiendo el camino de la costa vizcaína llegamos hasta la marinera villa de Ondarroa, donde han surgido grupos de sino musical muy distinto, como Baneteuanba, Piztiak, Tu-k, Hilobi, Rare, Kriston Atxurre, Gudari Beltzak, Azalera, Argoitia Anai-Arrebak, Agian, Hara!, Izen Baikua, BTP, KTI, Hazurbaltzak, UEK, Kresala, Txatanuga Futz Band, Kemen Lertxundi, Psycophony, Skandalu Publiku, Jonny Gerriwelt, Pater Noster, Asmo Txarrak, Uste Dut, The Gominols, RSK, Sagar Komplota, HILLE, Ezbaian, Braulio... En los años 60, Andoni Argoitia y su hermana Irune Argoitia, lograron un gran éxito amenizando las fiestas patronales de toda Euskadi. Intentando evitar la censura franquista, los hermanos Argoitia solían adaptar al euskera letras de conocidos hits de la época, como "Paroules de amor" ("Maitasun hitzak") o "Puppet on a string" ("Txoriburuak sokan"). El mayor éxito de este dúo euskaldun resultó ser "Ikusi mendizaleak", un animado tema versionado por infinidad de bandas de rock vascas, por ejemplo, Leihotikan. 

Otro conocido artista de Ondarroa es el respetado guitarrista Keu Agirretxea. Tras crecer en bandas como KTI, Psycophony y Etsaiak, Keu se lanzó a grabar solitario bajo el nombre de UEK. Después, Keu formó parte de la banda hard rock Fjord, responsables de un disco homónimo,"Fjord" (2004), o montó el dúo rockero KX junto a Xabier Iriondo, editando el álbum "KX" (2014). Actualmente, la obra musical  de Keu cuenta con discos tan elegantes como "Heltzear diren egunak" (2006), "U10" (2009), "Kantuak vs denbora" (2010), "Uhinak" (2012), "Nomadak eta kofrea" (2016) o "Improphono" (2017 ). Como curiosidad, Keu Agirretxea obtuvo la ayuda del señor Depedro, excantante del grupo Vacazul para grabar su canción "Bila".

El grupo Hazurbaltzak fue responsable de firmar la segunda referencia del sello Slam Records. En su maxi "Hazurbaltzak" (1991) incluyeron una extraña versión de un hit de Michael Jackson, "Billie Jean". Otros que se atrevían a versionar en euskera clásicos como "Long train running" de The Doobie Brothers ("Beti lo") fueron Baneteuanba, una banda de pop-rock de Ondarroa que solía ensayar, por las noches, en el piso superior de una fabrica de cajas de pescado. Baneteuanba editaron varios trabajos interesantes, como "Ondarrocktik" (1992), el split "Baneteuanba/Hor Konpon" (1993), "Baneteuanba (2001) o "Tokixak eta lekuak" (2006). Por otro lado, de las cenizas del grupo rock Jonny Gerriwelt nacería la banda Gatz. Ellos son Josu (voz y guitarra), Seber (bajo), Eihar  (guitarra) y Mikel (batería),. músicos curtidos en varias bandas locales, como Pater Noster, Eskandalo Publiku, Sikofoni, Gominols, Sulfato, Ukabil o Drongeners. Gatz tocan un punk rock con toques melodicosy , tras grabar una cuca maketa, han lanzado su álbum de debut, "Ez dut nahi" (2016).

Pero, sin duda, el grupo más destacable dentro de la escena rock euskaldun formado en Ondarroa son los Piztiak (en euskera, Las Fieras). Hasta que editaron su primer mini álbum, "Huts nazazu" (1991), Piztiak fueron conocidos como Tu-k, legando dos maravillosas maquetas de corte pop ochentero y oscuro, como "Distantzia" (1987) y "Beltza" (1989). Para grabar su segundo disco, "Hasi orduko" (1992), Piztiak contaron con la ayuda del productor JC Perez (Itoiz) y las letras del escritor Kirmen Uribe, hermano pequeño del guitarrista del grupo, Txomin. Tras superar un parón extra musical forzoso, los miembros de Piztiak regresaron con ganas editando, en muy poco tiempo, dos de sus mejores trabajos, "Argia eta itzala" (1998) y "Zero" (1999). Después, los trabajos de este grupo han ido apareciendo de forma mucho más espaciada, aunque, el obras como "Euriaren zai" (2005), "Gabeko kalapitxixak" (2011) y, especialmente, "U" (2014), demuestran que la banda se mantiene fresca tras mantenerse tres décadas enteras en la brecha.

En la vecina localidad de Mutriku, pisando ya la costa guipuzcoana, junto a bandas venes como Saia Goait, Nahixan, The Wet Band o Kraussk, autores de "Gudaberria" (2014), destacan dos veteranos conjuntos con estilos muy diferentes, Itoiz y Delirium Tremens. Desde 1976 y hasta 1988, Itoiz fueron la banda pop más popular del País Vasco y todos sus discos son de obligada escucha para el oyente novel. El germen de Itoiz está en un grupo de verbenas llamado Indar Trabes, el cual derivó hacia el rock progresivo, el jazz y la música experimental. Tras editar tres discos memorables, "Itoiz" (1978), "Ezekielen profezia" (1980) y el soberbio "Alkolea" (1981), el sonido del grupo Itoiz derivó hacia un pop mucho más moderno y luminoso, casi perfecto. Tras el fichaje del gran guitarrista Jean Marie Ecay y del animado batería Jimmi Arrabit, Itoiz grabarían tres maravillosos trabajos, "Musikaz blai" (1983), "Espaloian" (1985) y "Anbulance" (1987). Los miembros de Itoiz se despidieron a lo grande con "Eremuko dunen atzetik dabil" (1988), un doble álbum en directo que resumía bien toda su carrera musical. Posteriormente, Juan Carlos Pérez, el cantante y líder de Itoiz, arrancarñia una más que interesante carrera en solitario, dejando muestras de su enorme talento pop en discos tan variados como "Atlantic river" (1994), "Hau berua" (1996), "Ikaro" (2000), "Hiriko istorioak" (2006) o "Itoiz suite" (2009).

Delirium Tremens fue una banda punk de Mutriku de lo más peculiar. Aupados por el público joven, sus canciones marcaron toda una época en Euskadi. La guitarra de Andoni Basterretxe trazaba ambientes, casi, épicos con curiosa forma de tocar y con su tono de voz, aparentemente, desganado. Tras publicar un disco a medias con el grupo navarro Zarrapo, "Hemen denak berdinak dira" (1987), Delirium Tremens sorprendieron a todos con "Ikusi eta ikasi" (1989), un discazo que contiene varios de esos momentos que revitalizan cualquier escena. Luego, Delirium Tremens endurecieron bastante su sonido al incorporar a Iñigo Muguruza como segundo guitarrista. Tras editar "Hiru aeroplano" (1990), donde incluyeron una estupenda versión de los australianos AC/DC ("Ametsetan"), la banda de Motriku se despidió con "Bilbo zuzenean" (1991), un disco en vivo registrado en Bilbao (Bizkaia), el 24 de Mayo de 1991. No faltaron temas como "Boga boga", "Baztan", "Laino ilunak" o el ya clásico "Ikusi eta ikasi", versionado años después por bandas de metal rock como Eraso!

Continuando por la costa guipuzcoana llegamos hasta Zumaia, una villa pesquera que ha visto nacer a bandas euskaldunes tan diferentes como Karidadeko Benta, Izu Nauk, Atxantatu y, más recientemente, Marlik o el grupo Voltaia, responsable de discos de rock duro tan finos como "Voltaia" (2014), "Medusa" (2015) o "Erortzen" (2018). Muy cerca de allí, en la vecina localidad de Zarautz, brotó una interesante escena rockera alrededor del siempre animado gaztetxe Putzuzulo. Esta escena musical estaba compuesta por bandas locales tan aceleradas como Zulö, Metralleta o los enérgicos Txixaparrazta. Las canciones de estos conjuntos locales impulsaron hasta el infinito los trallazos sonoros heredados de paisanos como Estigia o los míticos Anestesia, pioneros del thrash metal euskaldun y dueños de una discografía sin par en la Europa occidental. El acelerado combo Metralleta surgió de la fusión del bajista Tximas con varios miembros de un grupo de Zarautz llamado 100 Hongos. Su estilo musical es un crudísimo sonido rock denominado powerviolence. Siempre fieles a la filosofía DIY ("do it yourself"), los chavales de Metralleta apuestan por su plena autogestión, girando y actuando sin managers y sin intermediarios de ninguna clase. Mucho ojo, "Metralleta" (2012), el primer álbum de este grupo guipuzcoano, no es apto para oídos finos y sensibles... Más recientemente, Metralleta han lanzado otro trabajo interesante, "7 hatzbetekoa" (2016).

Tras pasar por la banda Estigia, un joven y melenudo guitarrista llamado Mikel Kazalis, formaría Anestesia, su propia banda de rock duro y thrash metalero euskaldun. Al principio, a esta soberbia banda de Zarautz le costó mucho hacerse oír entre el publico euskaldun, pero la participación del carismático Mikel como bajista de los legendarios Negu Gorriak, hizo que muchos aficionados vascos se abrieran de orejas finalmente. Tras lanzar un Ep llamado "Toki berean" (1991), editarían algunos álbumes que sembrarían toda una escena entera de thrash acelerado en la agitada Euskal Herria, "Gorrotoaren ahotsa" (1993), "Erantzun" (1995), "Gu" (1997), "Ultra-komunikatzen" (2000) o "Terapia" (2006). Tras varios años de ausencia, los miembros de Anestesia regresaron con ganas renovadas. Con el disco "Zirkulutik espiralera" (2015) el señor Mikel Kazalis demuestra que, aunque en su eterna melena ya peine canas, mantiene los riffs bien frescos. 

Paralelamente a la carrera del grupo Anestesia, Mikel Kazalis ha desarrollado una actividad muy fructífera dentro de otros proyectos musicales. Por ejemplo, tras la disolución de Negu Gorriak, Mikel fundó 2Kate, un curioso o de techno-metal, al lado de su compañera sentimental Izaskun Forkada. Tras editar dos buenos discos, "Bide laburra" (1997) y "Birziklatu" (1999), Mikel Kazalis se uniría al excantante de El Corazón del Sapo, Fernando Apoa, y a dos antiguos miembros de DUT, Joseba Ponce y Galder Izagirre, dando forma a una súper banda de rock euskaldun llamada Kuraia (en castellano Coraje). El legado musical del grupo Kuraia son tres de los mejores discos de hard rock de toda la escena estatal, "Kuraia" (2003), "Iluntasunari barre" (2004) y "Piztu da piztia" (2005). Y por si esto fuera poco, Mikel Kazalis aún tendría tiempo y ganas para editar un potente disco de rock industrial, "Matxura" (2011), en compañia de músicos como Aitor Abio (Pi L.T.), Fernando Apoa (Estricalla) y Txarly Diaz (Gutural) dentro de un breve proyecto bautizado como Matxura (en euskera, La Averia). Otras interesantes bandas de la zona de Zarautz serían Erantzun o los Neü, una banda metal autora del disco, "Hilezkor" (2005). 

En terrenos sonoros más cercanos al post punk se movieron Perlak, una joven banda de Zarautz que nos legaría un par de buenos discos, "Perlak" (2014) y "Itzaletatik" (2016). El grupo Perlak (en euskera, "Las Perlas") surge en 2013 y, hasta su disolución en 2018, atrajeron a una parte del público gracias a sus vitales y excitantes melodías. La intensidad punk y inmediatez pop eran dos características de este sorprendente combo vasco que tenía la habilidad de mezclar temas crudos y oscuros con otros más tiernos. Perlak presentaron su primer trabajo, “Perlak” (2014), el mismo año en que llegaron a la final del popular certamen de maquetas de la emisora Gaztea. En 2015 Perlak compusieron el tema “Bandera moreak” para la Marcha Mundial de las Mujeres y grabaron un directo, "Elkar Estudioa Sesioak" (2015). Al año siguiente vería la luz su segundo y último trabajo, “Itzaletatik” (2016). 

Desde su nacimiento, Perlak tuvieron bastante claro cuáles eran sus principales influencias musicales, lo suyo era el sonido de bandas como Joy Division o Siouxsie & the Banshees. Aunque en Euskadi ya conocíamos algún que otro conjunto con estos mismos referentes, nadie habían apostado tan, claramente, por componer así en euskera. Quizás por esto, por lo novedoso de su propusta, el cuarteto Perlak encontró, rápidamente, su propio espacio en la escena rock euskaldun. Sus componentes estaban cómodos en ese lugar y, para su segundo álbum mantuvieron casi los mismos ingredientes que en el primero. De hecho, la grabación de disco “Itzaletatik” (2016) se llevo a cabo en el mismos estudios Gaua (Mungia), utilizando la misma fórmula, es decir, tocando juntos todos, de día o noche, durante una semana.

Uno de los cambios más significativos en el grupo Perlak llegó a raíz de la baja de Oihane Abarretegi, quien fue suplida por Miren Narbaiza (Napoka Iria). Su presencia dio a la banda un tono algo más guitarrero. Pero, Oihane no dejo completamente el proyecto, ya que su voz puede oírse en una de las canciones más sobresalientes del segundo álbum, “Emakume kuantikoa”. Ella misma fue la compositora de la letra del tema y, es en este apartado donde puede que el grupo Perlak destaque más. No eran letras muy habituales y, su forma de tratarlos, tampoco. Así, fue sorprende la capacidad de Perlak para combinar una letras en euskera llenas de crudeza, pero también de cierta ternura. En la canción “Isilpeko hitzak”, la banda habla sobre una madre que perdió a su hija en el frente de Intxorta, por ejemplo.


En medio de la escena local de Zarautz estarían los ya veteranos Eraso!, uno de los mejores grupos de rock y metal euskaldun de la historia. Eraso! comenzaron practicando un crudo thrash metal, inspirados por sus paisanos Anestesia o Estigia, pero, poco a poco, fueron evolucionando hacia sonoridades rockeras mucho más amplias. El oyente novel encontrará infinidad de buenos momentos dentro de discos como "Guztiaren arabera" (1996), "Erantzunik gabe" (1999), "Oraina eta geroa" (2001), "Grisez bustitako egunak" (2003), "Kontra" (2005), "Ez gara inoiz hilko" (2012), "Kaiolatik ihes" (2016) o "Inoren lurretan" (2018). Como curiosidad histórica comnetar que el señor Ander, el exbajista de Eraso!, sustituyó al gran Enrique Villarreal "El Drogas" en la última época del grupo rock navarro Barricada. El hueco vacante dejado por Ander en Eraso! lo ocuparía Ibai, el exbajista del grupo metal vizcaíno Mitosia.

También en la zona de Zarautz, pero en coordenadas musicales diferentes, se mueven bandas como Pottors ta Klito, Ginger, MKT, Occhi di Farfalla, Drumkopters, Serge, Julen Alonso, Skasti, Sofa, Buffalo o ese elegante combo vasco llamado Lou Topet. Estos últimos han editado varios discos de un corte folk y rock atractivo, como "Esnatu dira (2013), "Abesti bat gutxiago" (2015) o "Pete Seeger gogoan" (2017), donde versioneaban en lengua vasca a artistas de talla internacional, como Pete Seeger, Wilco, Jeff Tweedy, John Hiatt, Damien Jurado, Will Oldham, Mavis Staples, Cass McCombs... Por su lado, el señor Makala, un versátil DJ euskaldun zarauztarra, ha editado animadas producciones para animar las pistas de baile, como "Makala plays Novophonic" (2002), "Hondartzan” (2005), "Makala selects Boom Shaka Laka" (2006) o "Unexpected tapas" (2011). Cuando era jovencito, Makala aporreó su bajo eléctrico en bandas de hardcore como Tofu o Noise Am Behin. Al poco, Makala se animaría a crear su propio sello, Aza Records, editando las demos de combos locales como Folkcore, responsables de un par de joyas hardcoretas, como "Farrez" (2000) o "Petazetak" (2002), o ITV, o sea, el primer grupo montado por los, ahora, muy célebres y distinguidos Delorean. 

Los chavales de Delorean se conocieron porque iban a los mismos conciertos de rock. Normalmente, en Zarautz se hace vida de pueblo. No es un lugar muy cosmopolita, pero gracias a los miles de veraneantes solían llegar influencias de lugares muy variados. Puede parecer una memez, pero algo así enriquece bastante la vida de cualquier villa costera. En la época de ITV los miembros de Delorean practicaban punk rock en euskera y eran muy fans de bandas como NOFX y Lagwagon. Aunque, los chavales de Delorean suelan cantar casi siempre en inglés, recientemente, se han animado a dar un giro a su particular sonido indie electrónico. Adentrándose en el legado sonoro y personal del inolvidable cantautor Mikel Laboa, sin duda, el padre de la música moderna euskaldun, Delorean han reinterpretado algunas de las piezas más experimentales e iconoclasta del señor Laboa, como los llamados lekeitioak”, temas donde se combinan lenguas inventadas, ecos, gritos y mantras euskericos. El curioso disco "Delorean eta Mikel Laboa" (2017), ha significado un enorme paso adelante en el deseo de experimentación de esta popular banda de Zarautz. ( http://www.ehu.eus/mikellaboa/es/grabaciones/discografia )

Antes de dejar las calles de la villa de Zarautz, deberíamos recordar a la añorada Lou Olangua, carismática cantante de OK Korral, un soberbio grupo de euskalbilly (rockabilly euskaldun) que hizo las delicias de la parroquia más audaz e inquieta durante la agitada década de los 80. Todavía hoy, los dos discos de este singular conjunto vasco, "OK Korral" (1986) y "Beti gogor, beti mozkor" (1988), derrochan una energía increíble, manteniendose casi perfectos frente al inevitable paso del tiempo. OK Korral se flipaban com las influencias del psicobilly, el rock de garaje, el sonido surf y el country. De hecho, en el primer disco hay curiosas versiones de temas de Link Wray ("Komantxe") Chuck Berry ("Tximu gorri") o Sam The Sham ("Bule, bule"). En el segundo disco rendian de nuevo homenaje al gran Link Wray ("Rumble"), además de a The Stranglers ("Jo, Mari, jo") o Ronald Blackwell ("Txanogorritxu"). Como curiosidad, el 20 de mayo del 2005, quince añazos después de su separacion, los musicos de OK Korral se juntaron otra vez para ofrecer un concierto en apoyo a una radio libre local, Arraio Irratia, en el gaztetxe Putzuzulo.

En 2019, a los seis años del fallecimiento de Lou Olangua (1960-2013), vio la luz un documental titulado "LOU. Dantzan jo ta ke, oinak lehertu nahian" (2019). Editado bajo sello Elkar, en el se retrata una parte del legado sonoro y del testimonio audiovisual de la época gracias a las animadas conversaciones con amigos y compañeros de Lou, como Dani Ulacia, Mikel Insausti, Mikel Kazalis... Tras la disolución de OK Korral, varios componentes del grupo vasco, como Dani Ulacia o el ya desaparecido Fermin Iraola (1968-2010), formarían nuevos e interesantes proyectos de rock & roll euskaldun, como Kiowak, Arakajun, Pareak Bai, Noise Hole o los muy llamativos Labanak (en euskera, Los Navajas). Los temas compuestos por Labanak estaban algo más influenciados por el eco del potente garage norteamericano y australiano. En su momento, Labanak editaron un par de joyitas, como el mini álbum "Labanak" (1990) o "Nor da pobre, nor da aberats" (1991). Por desgracia, son piezas de coleccionista, muy difíciles de encontrar.

En la localidad de Orio, el oyente novel podrá disfrutar de bandas euskaldunes tan diversas como Giranice o Gozategi. A los componentes de Giranice les gusta practicar un rock instrumental, casi experimental. Tras publicar "Giranice" (2011) y "Enea" (2013), la banda anunc la edición de cuatro trabajos consecutivos, el primero de ellos se titula "Ur" (2015). En otro extremo sonoro, los famosos Gozategi son los reyes del sonido triki-pop de Euskal Herria, allí donde la trikitixa tradicional se fusiona sonidos pop y rock. Ya el primer disco de Gozategi, "Gozategi" (1995), resultó todo un bombazo gracias al poder de hits mestizos como "Nork-Nori-Nor". El segundo álbum de la banda, "Ainhoa" (1996), también obtuvo un enorme impacto, especialmente, por "Nirekin", una bella canción de amor porreta escrita en dialecto vizcaíno por el conocido bertsolari Jon Maia. Después llegarían trabajos como "Kalanbreak" (1998), "Egunon" (2000), "Goztg.kom" (2006), "Bizi bizirik" (2010), "All Stars 1992-2012" (2012) o "G puntua" (2018), donde se mezclan sin prejuicios estilos como el fandango, arin-arin, pop-rock o reggae, cociendo una fusión perfecta para amenizar cualquier fiestas veraniega de presente siglo XXI.

No podríamos atravesar las calles de Orio sin hacer mención al gran Benito Lertxundi, uno de los pilares de la música vasca moderna, junto a los  desaparecidos Mikel Laboa o Xabier Lete. Cualquiera de sus discos merece ser escuchado por el oyente novel, su sensibilidad se pondrá a flor de piel. La obra de Benito Lertxundi es inmensa, e incluye discos como"Benito Lertxundi" (1969), "Oro laño mee batek..." (1974), " ...eta maita herria, üken dezadan plazera" (1975), "Zuberoa" (1977), "Askatasunaren semeei" (1977), "Altabizkar / Itzaltzuko bardoari" (1981), "Gaueko ele ixilen balada" (1985), "Mauleko bidean... izatearen mugagabean" (1987), "Pazko gaierdi ondua" (1989), "Hunkidura Kuttunak I eta II" (1993), "Hitaz oroit" (1996), "Auhen sinfonikoa" (1998), "Nere ekialdean" (2002), "40 urtez ikasten egonak" (2005), "Itsas ulu zolia" (2008), "Oroimenaren oraina" (2012) u "Ospakizun gauean" (2018). Cinco décadas de carrera musical contemplan ya al Donovan euskaldun.

La compañera de Benito Lertxundi, la sin par Olatz Zugasti, ha desarrollado una interesante carrera en solitario, y se merece un lugar propio dentro de esta humilde guía. Dentro de discos tan bellos, como "Kantu baten bila nabil" (1991), "Bulun bulunka" (1998), "Elearen lainoa" (2002), "Gau hotzenean ere" (2010), "Ur goiena, ur barrena..." (2015), el clásico eco del arpa sirve a Olatz Zugasti para poder explorar territorios más diversos, moviéndose con soltura entre el folk y el pop más contemporáneo. "Yo me suelo dejar influenciar, soy muy voluble. Si le consulto alguna idea a Benito... Él tiene una personalidad artística muy fuerte y tiene su idea de por dónde debo andar, que no siempre coincide con la mía. Yo me quiero dar otras oportunidades y por eso no le he enseñado ni una idea de mis últimos discos. No supo nada de ellos hasta que estuvieron terminados. Y él me respeta, claro". 

Siguiendo el camino de la costa alcanzamos la ciudad de Donostia/San Sebastian, donde han surgido grupos euskaldunes tan variopintos como Miztura, Arrotzak, Naun, Orreaga 778, Txorromorro, Ze Esatek!, Pelax eta Telmo Trenor, Liher, Lauroba, Eraul, Bananas, Xabi San Sebastian, NAU!, Beñaranks, Danajan, Lau Behi, Norzonne, Mikel Karton, Daroa, Lurpeko Ikarak, Niña Coyote eta Chico Tornado, Sonakay, Euripean Sua, Lappa, Nogen, Madeleine, Txorroskilo, Koban, Ttak!, Oso Fan, Giorgio Bassmatti ("Kafe eta galletak"), Nerabe, Olatz Salvador, los inclasificables Le Mans ("Ama hil zaigu"), banda liderada por Ibon Errazkin y Teresa Iturrioz (Single), Azken Garrasia, Lamiak, Raitx... He aquí otro ejemplo, Naun. Esta banda donostiarra surgió a mediados de los años 90 y en su formación contaba con la vocalista Inge, el señor Errasti y tres hermanos Irazu (Ainhoa, Alberto y Karlos). El señor Errasti se había curtido tocando en el mítico grupo punk Eskoria-tza, mientras que Alberto y Karlos Irazu provenían de las filas de Karkaxa, un combo maketero incluido en el irrepetible álbum de homenaje a Mikel Laboa, "Txerokee. Mikel Laboaren kantak" (1989). 

Tras participar en un disco colectivo contrario a la contrucción del Tren de Alta Velocidad en tierras vascas, "Abiadura Haundiko Trenaren aurkako musika" (1996), los miembros de Naun editarían "Eta legeaz landako gure mintzairan solastuko" (1999), cuyo titulo estaba inspirado de un poema del célebre escritor vasco Joseba Sarrionandia. En su interior, hasta tres canciones contaban también con textos suyos ("Preso egon denaren gogoa", "Kaleko kronika" y "Egunen batean"). Naun derrochaban guitarreos fuertes, medios tiempos con buenos toques de rock hardcoreta. Su único álbum fue grabado en una mesa de ocho pistas en los Estudios 77 y editado por el sello donostiarra Zaunka Diskak. Cuando la banda se disolvió, varios miembros prosiguieron con nuevos proyectos, como Captain Nemo. Por su parte Ainhoa, la exbajista de Naun, fue de las componentes del grupo de teatro feminista Kasketa Kabareta..

En su día, los miembros del grupo Ezin Izan fueron un claro referente para la posterior eclosión del hardcore melódico compuesto en el área de Euskal Herria. Ezin Izan estaba compuesto por gente muy interesante, músicos provenientes de bandas rock locales como Gaizkiñe, Barrakos o La Perrera. A comienzos de los años 90, estos conjuntos impulsarían el denominado Sonido Buenavista, un refrescante, fiero e intensísimo movimiento creativo con raíces de rock garagero recreado entre las viejas paredes de los locales de ensayo del centro okupa Buenawista, aquel añorado gaztetxe ubicado el barrio donostiarra de Alza durante bastantes años. Dentro de un álbum soberbio como "Nora Goaz?" (1998), los miembros de Ezin Izan reunieron casi el grueso completo de su carrera musical inicial. Por suerte, recientemente, este veterano grupo gipuzkoano ha regresado con otro trabajo bajo el brazo, "Erdibidean" (2016).

También dentro del área metropolitano de La Bella Easo vería nacer a la banda vasca Lau Behi, en euskera, "Las cuatro vacas". Este elegante combo donostiarra estaba formado por cuatro músicos de primera clase, Mikel Azpiroz (hammond), Alberto Bosch (bajo), Juanra Etxaburua (batería) o Txenan Calvo (guitarra). Grandes aficionados al rock de los años 70 y 80, Lau Behi solían aliñar sus canciones con toques de blues y funk caliente. Tanto Mikel Azpiroz y Alberto Bosch se solían alternar para cantar unas letras en euskera donde abundan las referencias al sexo, a la vida nocturna, a las mujeres bellas o al deseo más desinhibido. Tras editar tres memorables discos bajo el sello vasco IZ, "Lau behi" (1995), "Bi" (1996) y "Merke & ona" (1997), el cuarteto donostiarra paso a ser un trío debido a la marcha del señor Txenan Calvo. En su último disco, "Emakume interesgarriak" (2000), Lau Behi darían un marcado viraje sonoro a sus propios temas acercandose al power pop, volcándose en lograr ritmos más directos y apetecibles para el público generalista. Tras la disolución del grupo Lau Behi, Mikel Azpiroz fundaría otro estupendo conjunto llamado Elkano Browning Cream. Mientras, el bajista Alberto Bosch ha tocado en varias bandas locales, algunas tan interesantes como Hotel o los fantásticos Triz3ps (junto al maestro Javi P3z).

Después de grabar una cuca maqueta titulada "Ataka Tanaka" (1997) la multibanda donostiarra Ttak! debutó con un animado disco de ska tradicional y algo purista, "Ttak! attak" (1999)Aunque fue editado bajo un sello local, Zaunka Diskak, el disco de debut de Ttak! derrochaba canciones de ska instrumental pensados para que su sección de vientos brillase por encima de todo. También había algunos cortes algo más festivos y agitados, con la excepción del tema reggae "Indarkeria", cantado por el señor Koldo. Todo era música jamaicana para bailar, pero también se dejaba escuchar detenidamente, como ese curioso "Clockwork ska", adaptación libre de una pieza de la banda sonora de "La naranja mecánica". Tras su disolución de Ttak!, algunos de sus miembros colaborarían junto al respetado músico Javi P3z (Parafünk, -gailü) y en las animadas giras del veterano Fermín Muguruza. Para muchos, Ttak! es unos de los mejores combos de ska originarios del País Vasco.

Se dice que los mejores momentos de la escena musical donostiarra han brotado, justamente, en los márgenes de la pequea capital guipuzkoana. Por ejemplo, en la vecina localidad de Añorga surgió el grupo Utikan, germen posterior de proyectos sonoros tan diferentes e intrépidos como Oreka TX o la banda UK Bill. Y en la cercana zona de Lasarte-Oria han emergido conjuntos de sonoridades tan diferentes como el afrobeat (Makulu Ken) o el heavy metal extremo (Gabezia, Hilotz). Surgidos en 2102, Gabezia (en euskera, "Escasez o Miseria") se autoprodujeron tres discos metaleros muy interesantes, "Gizakia etsai" (2013), "Bilanx" (2014), "Orain" (2015), antes de despedirse con "Hazi" (2019), su último regalo sonoro y considerado su mejor trabajo. Guillermo, Sizis, Aimar y David siempre lo tuvieron bastante claro. "Nuestro nivel de exigencia es alto, o hacemos algo bien, o no lo hacemos. Por eso hemos decidido acabar con este proyecto. Por problemas de horarios y compromiso con el proyecto no fuimos capaces de mantener el grupo al nivel que nos gustaría. Gabezia siempre ha sido para nosotros más que un grupo de música, y sin duda lo llevaremos tatuado toda la vida en nuestra piel. Dedicamos incontables horas a terminar de componer nuestro último disco y a grabarlo, cuidando hasta el más mínimo detalle. Viajamos tres veces a Madrid e invertimos mucho dinero y pasión en la mezcla, el mastering, el videoclip... Somos personas normales, pero hicimos algo extraordinario".

También en las calles de Lasarte brotarían conjuntos como Rukula, amantes del rock istrumental, los metálicos Hilotz, responsables de discos tan potentes como "Hil ala bizi" (2012) y "Giza ankerkeria" (2016) o NIL, una banda formada por cuatro jóvenes de la comarca, Nerea (voz), Aitor (guitarra), Juanillo (bajo) y Rosa (batería), muy aficionados al rock duro euskaldun. El legado del grupo NIL para la posteridad sería un trabajo homónimo, "NIL" (1999). Y junto a Donostia/San Sebastian, en la villa de Usurbil, el oyente novel podrá saborear de sonidos rockeros muy contundentes gracias a combos euskaldunes como Floxbin, Izeberg, banda responsable de discos como "Azalera" (2014) o "Lurrik ez begi bistan" (2016), o Larru Truk, autores de sendas obras como "Larrua truk" (1995) o "Aurpegi biren jabe" (1998).  

Otro cuco grupo de esta pequeña localidad gipuzkoana sería Mendeku Itxua (en euskera, Venganza Ciega), unos dignos sucesores del legado cañero de aquellos pioneros del heavy metal euskaldun surgidos a comienzos de los años 90. En las canciones de Mendeku Itxua retumban los ecos metálicos y borrokas de Su Ta Gar, Latzen, Azken Garrasia o los míticos Idi Bihotz. Tras debutar con "Gure oihua" (2006), álbum grabado con la ayuda del muy reputado productor vasco Kaki Arkarazo, los chavales de Mendeku Itxua editarían un par de trabajos más, como "Indarrak batuz’ (2009) y ‘Piztien pare” (2010)... Herriko burdina babestu. Izan ongi, izan heavy!!!

En terrenos sonoros diferentes se enmarcarían otros grupos de Usurbil, como EMe, Mihise, Neona, Rukula, el dúo Natali o la cantante pop Labrit, quien logró cierto éxito comercial con sus dos primerizos discos, "Paradisua" (2000) y "Nori egin so!"(2001). Luego, la maternidad obligó a esta artista usurbiltarra a hacer un larguísimo parón en su carrera musical hasta su inesperado regreso con "Z8rtzi" (2016). Labrit abonaría un proyecto algo diferente dentro de la escena pop euskaldun gracias, en parte, a su remezcla de programaciones electrónicas. Ese tercer álbum resulta casi ibicenco, pues evoca una especie de euskal chillout que busca mecer, cálidamente, al oyente novel más descreído. Por su parte, Ixak Arruti, exmiembro de bandas como Izeberg o Mendeku Itxua, daría forma al duo pop Natali con la ayuda de la vocalista Natali Izagirre. Mientras el guitarrista del grupo Rukula, Beñat Irazusta, se animaría a cantar en las filas de Zozo, una nueva banda de rock euskaldun singular donde confluyen varios músicos ya curtidos en otros proyectos, como Blaka, Morphina, Goragaleak, Pelax, Hirugabebi o Desegin. Zozo debutaron tocando en directo en septiembre de 2016 y, en par de años, ya tenían lista su primera referencia sonora, "Zozo" (2018). Este disco fue grabado en los prestigiosos estudios Garate con ayuda del intrepido Martxel Arkarazo, hijo del gran Kaki Arkarazo.

Cerca de Usurbil, en la conocida localidad de Hernani, durante la eclosión del denominado sonido trikipop, un jovencísimo trikitilari local, Xabier Solano, se dio a conocer liderando al grupo Etzakit. Tras editar dos cucos discos, "Etzakit" (1998) y "Goiz edo noiz?" (2000), este artista gipuzkoano ha desarrollado una enérgica carrera en bandas de rock tan variadas como 4 Itzal, The Solanos, Esne Beltza... Algunos años antes, sus paisanos del grupo Madarikatuak ya habían logrado colocar a Hernani en el mapa rockero vasco gracias al álbum "Etsaiari makailua desertuan" (1987). Fue un disco único donde colaboró el joven cantautor local Andoni Tolosa "Morau". Nacido en 1963, el señor Morau se ha transformado con el paso  del tiempo en un formidable cronista euskaldun, en la linea de artistas tan comprometidos como Woody Guthrie o Billy Bragg. Actualmente, la carrera discográfica de Morau cuenta ya con un puñado de trabajos muy bien elaborados. Desde sus inicios, Morau ha grabado y editado sus discos rodeado de buenos amigos, colegas y músicos afines, como Beñardo Goietxe, Mursego, Joseba Irazoki, Joxi Ubeda, Petti, Ñaco Goñi, el dibujante Mattin o el trikitilari Joseba Tapia. (morau.eus)

Tras componer y publicar piezad tan estimables como "Morau" (1996), "Kantu galduak" (1998), "Amodio domestikoa" (2000), "Txukalda" (2004), "Kalamidadiak" (2008) o "Arrainentzako himnoak" (2014), el veterano Morau regresaría de nuevo con "Egunsentiak alperrentzat" (2018) bajo el brazo, un hermoso álbum pop cuyo título se puede traducir como "Amaneceres para perezosos". Dentro de este conceptual trabajo, Morau va narrando en forma de canciones los paseos matutinos que, de forma ininterrunpida, realizó junto a su madre enferma durante casi doce años. Aunque "Egunsentiak alperrentzat" (2018) es un disco batante tierno, también muestra cierta crudeza, como sin duda lo es, a ratos, el día a día de cualquier enfermo de Alzheimer y sus inseparables cuidadores. Morau canta con lucidez sobre las habituales visitas al hospital, sobre cuidados paliativos, chequeos, los botes de medicinas... Como no podía ser de otra manera, Morau sigue cantándo de un modo muy natural, sin aspavientos. Este musico de Hernani es ya un maestro y sabe bien como dotar de finas dosis de humor a sus formidables letras pop... ¡Un tipo a reivindicar!
 
En cambio, la propuesta musical de Maite Larburu es diferente a la de su paisano Morau. Tras finalizar sus estudios musicales, esta joven violinista se mudaría desde Hernani a la elegante ciudad de Amsterdam. En tierras holandesas, Maite Larburu conocería a un músico norteamericano, Josh Cheatham, un vecino de su barrio especializado en música antigua. Con ganas de grabar y de ofrecer música pop de autor, Maite y Josh formaron el grupo Neighbour, donde ambos componían y cantaban temas en euskera e inglés. Tras fichar por el sello vasco Gaztelupeko Hotsak, el grupo Neighbour editaría un par de cucos trabajos al mercado, "Ura patrikan" (2013) y el hermoso "Hau" (2016). Aunque el pilar fundamental de la instrumentación del grupo Neighbour son los arpegios de guitarra, el oyente novel podrá saborear el sonido del ukelele, la pianola, la sansula, el violín, la viola de gamba... Resumiendo, de un auténtico un festival sonoro.  

Un par de años más tarde, Maite Larburu presentaría su primer álbum en solitario, "Hezurren azpian" (2019). Este trabajo fue grabado en los estudios Higain (Usurbil), con la ayuda de Carlos Taroncher, Aida Torres o Beñat Iturrioz en los solos de clarinetes y en la percusión. El segundo trabajo de Larburu se titula, simplemente, "Krak" (2021). Cuenta con once hermosos temas, incluyendo una curiosa versión del tema "As noites Radio Lisboa" del célebre combo pop vasco Itoiz. Más recientemente, Ainhoa Larrañaga, una joven cantante y actriz hernaniarra ha debutado como solista pop gracias a "Eskuminak" (2020). Durante la grabación de este disco, Larrañaga contó con la ayuda de varios músicos ya curtidos dentro de la escena euskaldun, como Iker Lauroba, Amaia Miranda, Garazi Esnaola y Haritz Lauroba. Juntos cocinaron una interesante mezcla de pop jazz y soul remezclado con swing.

En la vecina localidad de Lezo (Gipuzkoa) han brotado conjuntos musicales como Hostoak o Harlax, un grupo de rock duro con dos vocalistas euskaldunes al frente. Después de editar su primer trabajo discográfico, "Kontsumhiltzen" (2000), los miembros de Harlax lanzarían el potente y pegadizo "Ez diren gauzak ere badira" (2003), donde predominaba el gusto por el nu-metal de la época, y el definitivo "Irribarre behartuak" (2005). También en la zona de Lezo se formaron los míticos Jousilouli, un soberbio combo vasco que se atrevió a remezclar rap, metal y hardcore de una forma, absolutamente, desquiciada, personal e irrepetible. Tambien con sus peculariares letras en euskera, los componentes de Jousilouli dejaron K.O. a más de un valiente. "La situación que estamos viviendo ahora es una pasada, la persecución que se está llevando contra todo lo vasco se está llevando al extremo. Por ejemplo, lo que ha pasado con el censurado diario Egunkaria. Musicalmente tocamos muchos extremos, hay cachos muy duros y algunos muy suaves. Jousilouli queremos reflejar un poco todo eso".

Con scratches y lo loco, los miembros del grupo Jousilouli homenajeaban a grandes bandas gipuzkoanas como Su Ta Gar ("Hitz Margotuak") o Anestesia ("Kontraesanak") dentro de sus dos únicos discos de estudio, "Prest" (2000) y "Terrorista" (2002). Si en el primero ya tuvieron bastantes lío con las remezclas, en el segundo disco la cosa se debió de agudizar más debido, en parte, a que Jousilouli nunca fueron un conjunto músical al uso. De hecho, en sus animados directos había casi de todo, DJs, teclados y mil cosas más. Después, de las cenizas calientes de Jousilouli, surgirían dos nuevas e interesantes bandas de inclasificable rock euskaldun, Dirua y Naizroxa. El disco de debut del grupo Naizroxa fue todo un petardazo de sonido grindcore y, muy irocamente, se titulaba "EP laburrean" (2005). Luego, esta banda gipuzkoana grabaría un potente álbum, "Iqharaturic" (2007), donde el oyente novel podrá gozar por ultima vez de la carismática voz del ya desaparecido cantautor vasco Mikel Laboa. De momento, "Argilunak" (2015) ha sido la última traca sonora de Naizroxa. En paralelo, el vocalista de Jousilouli y Naizroxa, el señor Martxet, puso en marcha el dúo Anai Arrebak, un audaz proyecto de baile electrónico con la ayuda de su hermana Marga. Anai Arrebak lanzarían dos cucas obras al mercado, "Anai-arrebak" (2012) y su posterior continuación homónima, "Anai-arrebak" (2015).

Siguiendo por la costa vasca, en la villa de Oiartzun (Gipzukoa), surgirían grupos como Kearrak, Beira, Autobus Magikoa, Gurutze Beltzak, el rapero Txilly o la banda Hira, punta de lanza de la segunda hornada del heavy metal euskaldun. Ganadores del concurso de maquetas de Euskadi Gaztea, el grupo Hira editó discos tan potentes como "Nortasuna" (2001), "Oztopoak gaindituz" (2003) "Hira" (2006) o "Delay" (2011). También en la zona de Oiartzun surgirían los míticos Pikutara, una peculiar banda que mezclaba punk rock, ska y txalaparta. Tras editar con éxito una maqueta, "88-91 maketa" (1991), el cantante de Pikutara sufriría un grave accidente laboral y la carrera de la banda se truncaría. Tras muchos años de silencio, la banda regresaría para editar, por fin, aquel primer disco pendiente, "Agur eta ohore" (2007). 

El área de Renteria/Orereta ha sido un potente epicentro musical, con ejemplos como Basura, Odio, Aze Gose, Sorkun, Liot, The Bobby's, Ostikada, Honako Putzua, Kashbad o el cantautor Mikel Markez. Nacido en 1971, Mikel Markez es un ya veterano de la escena euskaldun puesto que comenzó a dar sus primeros conciertos siendo solo un adolescente. La obra musical de Mikel Markez es de una calidad exquisita e incluye discos tan recomendables y variados como "Eta etorri egin zait..."(1991), "Oroitzapenak oparitzen ditut" (1993), "Zertarako mugak jarri" (1995), "Kantu erotikoak" (1997), "Dena hankaz gora" (1999), "Tribuaren hitz galduak" (1999), "Erabil nazazu” (2004), "Hiri hartan izan zen" (2011), "Indar bat dabil hor" (2013) o "Bi ahizpak" (2015), este último grabado al lado del trío vocal femenino californiano Noka. 

Kashbad marcaría su época y ayudaría a renovar la escena rock euskaldun tras la disolución de combos veteranos como Negu Gorriak. Bajo el mismo sello, Esan Ozenki Records, el grupo Kashbad evolucionó con enorme rapidez, editando casi de seguido tres discazos donde la fiereza del hardcore se matizaba con elegantes toques de pop y de música reggae, "Kashbad" (1996), "Distantzia" (1997) y "Hesiak" (1999). Muchos años después, la banda de Orereta regresarian por sorpresa y rejuvenecidos, grabando su cuarto disco hasta la fecha, el recio "Arrakala" (2014). Como es sabido, la fascinante voz de Sorkun Rubio, la cantante de Kashbad, cautivaría al músico vasco y agitador cultural Fermin Muguruza, quien la ficharía para salir de gira con su banda Dub Manifest por casi medio planeta Tierra. El propio Fermin colaboró en la grabación de "Onna" (2003), aquel oscuro pero cautivador primer disco en solitario de Sorkun. Después, la menuda vocalista vasca editaría otros interesantes trabajos, como el muy jazzero "Duna" (2005), el potentísimo "Sorkun & Vice Presidentes" (2008) o el elegantemente funky "Ziklomorphosia" (2015).

En la localidad guipuzcoana de Irun, el huracán sónico de Kortatu inspiró al grupo Baldin Bada, una joven formación que tendría una notable evolución desde que se estrenaron con "Lur azpian bukatuko duzue" (1986). Trabajos posteriores, como "Baldin bada" (1990), "Lurralde kolpatuak" (1991) o "Erraien iraultza" (1995), serían una buena prueba de su progresión musical, pasando del punk ska hacia sonidos mucho más funkys y metálicos. “La primera vez que oímos a Kortatu fue la ostia... Todo lo que conocíamos de ska y reggae era algunos acordes en Itoiz. Al escuchar a Kortatu me empezamos a interesarnos por The Specials, Madness y otros conjuntos del estilo. Nos lo pasamos increíblemente tocando ska. Pero la música que también es una forma de combate para los jóvenes. Ya no estamos metidos en un billar gastando dinero a lo tonto. Por medio de la música luchamos, como otros tiran piedras en las manifestaciones”. El oyente novel que quiera conocer más tiene a su alcance el libro "Moskuko Urrea. Kultur eta Gizarte Mugimenduen Eztanda Irunen 1983/1993", escrito por Juanma Sarasola Murgi, donde se repasa la animada escena punk de la zona de Irun desde 1983 hasta los años 90.
 
Cruzando ya el puente sobre el río Bidasoa, en la localidad de Hendaia (Lapurdi), surgió Addis Abeba, una de las bandas precursoras del reggae cantado en lengua vasca (euskera). Tiempo después, varios miembros del grupo Addis Abeba formarían parte de Doktor Deslai, un excelente conjunto euskaldun de variadas sonoridades jamaicanas. Siempre tocandobien, elegantes al máximo, los miembros de Doktor Deslai legarían a la escena vasca tres discazos singulares y variados, "Addis Abeba" (1997), "Viviendo en Babilonia" (1999) y "Wadada egunero" (2001). Sin duda, tres trabajos bastante eclécticos, tanto en su propia formación del grupo, como en sus ritmos, melodías y textos en euskera. Como curiosidad, dentro del último disco de Doktor Deslai, se incluyeron dos cucas versiones de temas de bandas bastante rockeras como AC/DC ("Whole lotta Rosie") o Hertzainak ("Eh, txo!"). 

Siguiendo por la zona de Miarritze/Biarritz (Lapurdi) el oyente novel podrá seguir gozando de sonidos jamaicanos de enorme calidad musical. Por ejemplo, King Mafrundi, un grupo de reggae euskaldun impulsado por el veterano Jimmy Arrabit, reputado exmiembro de Itoiz, el más popular combo de pop durante los años 80 en toda Euskal Herria. Dentro de los dos espléndidos discos editados bajo el sello Esan Ozenki, "King Mafrundi" (1996) y "Diah!", la banda King Mafrundi expand textos cantando en euskera, uolof e, incluso, en lengua mandinga. De hecho, Jimi Arrabit conocía a varios músicos de la creciente colonia de africanos en Iparralde y, durante años anduvo, tras la idea de trabajar con ritmos de raíces africanas. De esta manera fue cociendo su idea, hasta que conformó King Mafrundi en 1994. "Nosotros damos bastante más importancia al aspecto musical, aunque sabemos que para que la gente se mueva hay que animarles desde el escenario. El euskera es de por si melódico, por lo que no ha sido difícil ajustar nuestros ritmos a nuestra lengua".

Muy cerca de Biarritz, entre la villas de Donibane Lohitzune y Ziburu, irrumpió con fuerza la banda Beltzez, un potente combo de rock formado por exmiembros de otros conjuntos de aquella zona, como Uharteko Punkak, Txingoma II, Begi Txintxo o KGB. En apenas una década de existencia sonora, los inquietos componentes del grupo Beltzez darían más de doscientos conciertos, girando por tierras de Bretaña, Nantes, París y actuando en diversos squatters de Italia, Suiza (Berna) o Catalunya. De hecho, los músicos de Beltzez llegaron a crear un sello discográfico propio, R.Dizka, autoeditándose un par de álbums estupendos, como "Beltzez" (1994) y "Bazterretan zer dago?" (1997). Dentro de su primer disco, Beltzez se animaban a versionar un hit del popular y combativo dúo vasco Pantxoa eta Peio ("Itziarren semea"). Y, dentro del segundo disco, hicieron lo mismo con otra obra del grupo vasco Kapten Egurrak ("Dantzari beltzak"). 

También en la zona de Donibane Lohitzune y Ziburu han brotado musicos como Tristtan Mourguy, grupos rock y pop (Fusible, Santa Barbara) o bandas de folk (Unama). Formada por cuatro primos de la familia Zubeldia (Kamila, Nahia, Unai y Domeka), el grupo Unama presentó su primer disco homónimo, "Unama" (2005), tras incluir una elegante versión del clásico euskaldun "Goizian goiz jeikirik" dentro del CD recopilatorio, "Ipar Euskal Herria Kantuz" (2002). Posteriormente, Nahia Zubeldia ha formado parte de muy variados proyectos musicales, por ejemplo, el dúo pop Saioa, responsables del disco "Hiru, hamalau" (2018). Años antes, Nahia ya había grabado "Lehoi enea" (2012) y "Erabakia" (2013) dentro de las filas del grupo Sohano. Y junto a Marieder Hiriart, exvocalista de The Sparteens, Nahia Zubeldia firmaría otro disco, "Bi" (2014). Más recientemente, la incansable Nahia Zubeldia ha trabajado al lado de su compañero Manu Matthys dando forma a Lumi, un proyecto de sonidos pop y música electrónica. Su primer Ep homónimo, "Lumi" (2015), vio la luz bajo el sello Moï Moï Records.